El presidente egipcio denuncia en Teherán el régimen «opresivo» de Bachar al Asad

Teherán / efe / DPA

INTERNACIONAL

Irán duplicó en tres meses su capacidad para producir uranio, según la ONU

31 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las tensiones con Irán y Siria afloraron ayer en la apertura de la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, en Teherán, donde el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente egipcio, Mohamed Mursi, pusieron de manifiesto los conflictos de Oriente Medio.

Por primera vez en más de 30 años se reunían los presidentes de Irán y de Egipto. Sin embargo, la cita entre Mahmud Ahmadineyad y Mohamed Mursi se vio ensombrecido por las críticas del egipcio al régimen sirio, estrecho aliado de Irán.

Mursi calificó de «opresivo» al régimen de Bachar al Asad y añadió que, con sus acciones violentas, ha «perdido la legitimidad». Contradijo así la línea defendida por Damasco y por Teherán, que aseguran que la revuelta siria es un complot «terrorista». La delegación de Siria, que encabeza el primer ministro Wael Nader al Halqi, abandonó la sala y solo regresó al termino del discurso del presidente egipcio.

El Consejo de Seguridad de la ONU discutía anoche la creación de una zona de exclusión aérea y de corredores humanitarios para ayudar a los civiles. Los ministros de Exteriores francés, Laurent Fabius, y británico, William Hague, aseguraron que no descartan «ninguna opción» para frenar el conflicto, como la creación de «zonas colchón», aunque ahora su establecimiento sea complicado ya que requiere «una intervención militar».

Más críticas de Ban

También Ban elevó la tensión en la cumbre, al pedir a Teherán que cumpla las resoluciones de la ONU que reclaman que frene su programa nuclear y que facilite la actuación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en el país.

Pero según el último informe del OIEA, ha hecho todo lo contrario. Irán ha duplicado desde mayo su capacidad para producir uranio enriquecido y ha acumulado nuevas cantidades de este combustible nuclear, desoyendo así las exigencias internacionales.

Ban condenó, asimismo, las amenazas de Israel y EE.UU. de atacar Irán, pero también reprobó la negación de la existencia del Estado de Israel y del Holocausto judío por parte de los líderes iraníes.