Brasil encara el mayor juicio de corrupción de su historia

héctor velasco / Afp

INTERNACIONAL

La justicia sienta el jueves en el banquillo a 38 personas entre exministros, exdiputados, empresarios y banqueros

31 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Tribunal Supremo de Brasil juzgará desde el jueves a los 38 sospechosos del mayor escándalo de corrupción política del país, un caso que estuvo a punto de tumbar al Gobierno del exmandatario Lula da Silva y que desnudó las miserias de la clase dirigente. El «juicio del siglo», como lo denomina la prensa, sentará en el banquillo a exministros, exdiputados, empresarios y banqueros involucrados en una presunta red de compra de votos en el Congreso y sobre los que pesan los cargos de tráfico de influencias, lavado de dinero, corrupción y fraude.

Conocido como el «mensalao», el caso hizo aflorar una de las prácticas más enquistadas en la política brasileña: el pago de favores políticos. Los implicados habían ideado un sofisticado plan para comprar apoyos de la coalición en el Congreso bajo el primer gobierno de Lula (2003-2007) y saldar cuentas de la campaña electoral de 2002 que lo llevó al poder, según la fiscalía.

Lula fue excluido de la causa penal pero su partido, el PT, que conserva el poder con Dilma Rousseff, ha visto caer a dirigentes históricos enfangados y ha perdido la bandera contra la corrupción que alzó desde su origen. Entre los principales encartados se encuentra el expresidente del partido y hombre fuerte de Lula, el exministro José Dirceu, quien pasó de la guerrilla y el exilio a las altas esferas del poder.

Descrito por la prensa como un hombre vanidoso que contrata encuestas para evaluar su imagen y con importantes conexiones en el mundo diplomático, político y económico, Dirceu está considerado por la fiscalía el jefe de la trama.

Funcionaba a través de un publicista dueño de varias empresas, Marcos Valerio de Souza, que logró contratos para realizar campañas del Gobierno. Los recursos no utilizados en esas campañas eran entregados a parlamentarios o sus asesores, al tiempo que Souza contraía préstamos con bancos privados y públicos que iban a parar a los cofres del PT. No existe un cálculo de cuánto dinero pudo ser desviado, pero la fiscalía, no tiene dudas. Fueron «millones de reales»