Los dos grandes partidos de la derecha y la izquierda mexicanas anunciaron ayer sus primeras acciones legales conjuntas para que se investigue la acusación de compra de votos vertida sobre el virtual vencedor de las elecciones presidenciales, Enrique Peña Nieto, y su partido, el PRI.
«Tenemos la certeza de que existen evidencias fuertes, contundentes, de manejo ilegal de recursos durante esta campaña», señaló el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero.
El conservador PAN y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que preside Jesús Zambrano, anunciaron la apertura de dos vías, una en el ámbito electoral y otra en el de la justicia ordinaria, para pedir que se investigue el presunto lavado de dinero en beneficio del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
«Estamos haciendo la petición respetuosa para que esto se desahogue y se aclare» antes del 31 de agosto, fecha prevista por el Tribunal para la calificación de la elección, añadió Madero. La clave de la petición es que las investigaciones rindan frutos antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determine si la elección es válida y declare formalmente presidente electo a Peña Nieto.
Ambos partidos creen que pudo haber recursos de procedencia ilícita en la campaña de Nieto, y buscan que se impliquen directamente en el caso la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la Procuraduría General de la República.
Madero precisó que hablar de lavado de dinero no implica hablar de crimen organizado y detalló que los recursos podrían ser fondos públicos mal utilizados, procedentes, entre otros, de una evasión de impuestos. Por su parte, Zambrano sostuvo que ambos líderes acordaron «solicitar una entrevista» con la Procuradora General de la República, Marisela Morales, para pedirle «formalmente» que «haga las investigaciones correspondientes» con los elementos presentados.