Monti descarta seguir al frente del Gobierno italiano más allá del 2013

mercedes lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El primer ministro italiano, Mario Monti, ante los medios tras la reunión del Ecofin, en Bruselas.
El primer ministro italiano, Mario Monti, ante los medios tras la reunión del Ecofin, en Bruselas. T. ROGE < / span>efe< / span>

La decisión da alas a Silvio Berlusconi para volver al Ejecutivo

11 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Italia no está para bromas, pero ayer el primer ministro, Mario Monti, lanzó un órdago a los italianos y a la canciller alemana, Angela Merkel, al asegurar que él no seguirá al frente del Gobierno más allá del 2013, es decir, cuando expira la actual legislatura y habrá elecciones generales. De momento, el único sitio al que llegaron como música celestial esas palabras es a la casa de Silvio Berlusconi, quien hace quince días ya se postuló para ministro de Economía en un futuro Gobierno liderado por su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL). Y, probablemente también sonaron bien en la de Beppe Grillo, el cómico fundador de Movimiento 5 Estrellas y acérrimo crítico de Berlusconi.

«Excluyo considerar una experiencia de Gobierno, en lo que a mí respecta, que vaya más allá del término de las próximas elecciones. Naturalmente soy, y seguiré siendo, miembro del Parlamento como senador vitalicio», señaló Monti en Bruselas al terminar una reunión de ministros de Finanzas de la UE.

Monti llegó al Ejecutivo el pasado noviembre cuando aceptó liderar un equipo de tecnócratas tras la dimisión de Il Cavaliere ante la presión ejercida por los mercados, que disparó la prima de riesgo italiana hasta máximos históricos y puso al país al borde del rescate. Pero no había aclarado si en su proyecto estaba prolongar su futuro político más allá de las elecciones del 2013.

El Gobierno de este ex comisario europeo llevó a cabo importantes reformas económicas para evitar un rescate a Italia.

Berlusconi nunca vio con buenos ojos a quien le sucedió. Es más, lo ridiculiza, no solo porque las medidas que adopta el Gobierno son impopulares sino porque, según él, hasta carece de plan definido.

Tras una reunión a la que acudió invitado por Monti, Berlusconi salió diciendo que el Gobierno italiano está «en la indeterminación más absoluta». Y fue más allá cuando, tras pedir el apoyo a los suyos en el Congreso para la reforma laboral de Monti, después se justificó diciendo que si retirasen la confianza al Gobierno tendrían que preparar a los electores para votar. Y tal como están las cosas, parece que no conviene de momento. «Hablé con Bruselas y definen como catastrófica la caída de Monti», les dijo a sus diputados.

El PDL, que tiene mayoría en el Parlamento, tampoco ve con simpatía la política de Angela Merkel. Berlusconi llegó a decir que no sería ningún mal que Alemania saliese del euro.

En todo caso, el PDL tendrá enfrente a la resucitada Italia delos Valores, de Antonio di Pietro, que en las municipales del 2011 le arrebató, entre otras, la alcaldía de Milán, gobernaba desde 1994 por el berlusconismo. Sin embargo, su verdadero azote puede ser Beppe Grillo, un cómico en cuyo programa político aboga por la transparencia administrativa y por el rechazo a que un condenado pueda ocupar un escaño. Berlusconi tiene varias causas pendientes.