Siete muertos en el primer ataque a una televisión afín al régimen de Siria

Damasco / ginebra / Agencias

INTERNACIONAL

La ONU admite por primera vez que la situación degenera en conflicto armado

28 jun 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La ONU reconoció ayer por primera vez que la crisis en Siria ha degenerado en algunas regiones en un «conflicto armado no internacional». Un reconocimiento que llega un día después de que el presidente Bachar al Asad se declarara determinado a ganar la «guerra» que también por primera vez admitió vive su país. En esa espiral de violencia un atentado contra la sede de la televisión siria dejó ayer siete muertos, en un ataque inédito contra medios afines al régimen.

Tres periodistas y cuatro guardias de seguridad murieron en el asalto a la sede de la televisión progubernamental Al Ikhbariya, de cuya autoría Damasco responsabilizó a terroristas mientras los rebeldes apuntaron a desertores de de la Guardia Republicana, uno de los cuerpos de élite del régimen al mando del hermano del presidente, Maher al Asad.

Además de las víctimas mortales, otras nueve personas resultaron heridas y siete más fueron secuestradas en el ataque, que comenzó a las 04.30 hora local contra la sede del canal, en la zona de Jan al Shih, 35 kilómetros de la capital. Los atacantes utilizaron lanzagranadas, granadas y armas ligeras. El ministro de Información sirio, Omran al Zubi, calificó el ataque como «la peor masacre contra la prensa y la libertad de expresión», prometió que no quedará impune y aseguró que la transmisión del canal por satélite continuará.

Según Human Rights Watch, las fuerzas del régimen sirio disparan de forma indiscriminada y detienen a civiles que intentan cruzar la frontera y refugiarse en países vecinos.

En Ginebra, la comisión de la ONU creada para investigar crímenes en Siria presentó un documento que fue objeto de un acalorado debate, en el que el representante sirio, Faisal Jabbz Hamui, abandonó para manifestar su rechazo.

Informe en Ginebra

En su informe, los expertos denuncian una «nueva escalada de la violencia» sectaria en Siria desde mayo de 2012. Señala que «en algunas regiones, los combates tienen las características de un conflicto armado no internacional» a pesar del incremento de las deserciones militares, así como de la aparición de «cierta fatiga» en las filas del Ejército. El presidente de la comisión, Paulo Pinheiro, afirmó además que desde el exterior se subestima la capacidad del régimen de resistir a la rebelión.

La comisión ofreció un balance de la matanza de civiles en Hula, elevando a 165 los muertos, medio centenar más de lo que se creía.

Con el plan de paz en punto muerto, el mediador Kofi Annan anunció una reunión el sábado en Ginebra en la que estarán los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, Turquía, Catar Kuwait e Irak, al jefe de la diplomacia de la UE y al secretario general de la ONU. En cambio, Irán, aliado de Damasco, se quedó fuera por la negativa de EE.UU. a pesar de la petición de Rusia.

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