Los partidos y la prensa, indignados por la intervención de la canciller
20 may 2012 . Actualizado a las 13:32 h.Los dirigentes de los principales partidos griegos arremetieron ayer contra la sugerencia de la canciller Angela Merkel de celebrar un referendo en Grecia sobre su mantenimiento en la zona euro, en paralelo con las legislativas previstas el 17 junio. A pesar de los desmentidos de la Cancillería en Berlín, la idea provocó una oleada de indignación y críticas entre los partidos, que iniciaron la nueva campaña electoral, la segunda en menos de dos meses, después de las legislativas del 6 de mayo que no permitieron a ninguna formación tener mayoría para gobernar.
«El pueblo griego no necesita un referendo para probar su elección por el euro, por el que ya ha pagado el precio haciendo sacrificios», indicó Antonis Samaras, jefe de la conservadora Nueva Democracia. La sugerencia de Merkel «sobre todo en período electoral, es de lamentar y no se puede aceptar (...)», añadió en un comunicado.
«Merkel está acostumbrada a dirigirse a los mandatarios políticos de Grecia como si se tratara de un protectorado», declaró Alexis Tsipras, líder de la izquierda radical Syriza y partidario de permanecer en el euro, pero también de abolir el pacto de austeridad. «El 17 de junio, los griegos pondrán fin a las políticas de austeridad y de sumisión y abrirán la vía a evoluciones progresistas en toda Europa», asegura Tsipras, cuyo partido llega de nuevo en segundo lugar por detrás de la derecha, según el sondeo del viernes.
«La cuestión en Grecia no es su mantenimiento o no en el euro, sino la salida definitiva de la crisis (...); la celebración de un referendo es únicamente competencia del Gobierno y del Parlamento griegos y no de la UE o de Gobiernos de países miembros», afirmó por su parte el socialista Evangelos Venizelos.
Los diarios reaccionaron con rechazo absoluto e indignación la «intervención» alemana. «Ultimátum Merkel», titulaba en portada el diario Ta Néa (socialista), mientras que el Elefthéros Typos (derecha) evocaba la «Bomba Merkel para un euroreferendo».
Merkel se opuso frontalmente a la idea de un referendo propuesto en octubre del 2011 por el entonces primer ministro, el socialista Georges Papandreu, a quien le costó el cargo.