Los desacuerdos y puntos en común de Merkel y Hollande

U. Moreno / E. Suárez BERLÍN, PARÍS / CORRESPONSALES

INTERNACIONAL

Expectación en Europa por la primera cita de ambos dirigentes

15 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Debilitada por su última derrota electoral, Angela Merkel recibe hoy a François Hollande en Berlín. Sabe que la atención internacional está puesta en su política europea. El nuevo presidente francés no le llevará presentes de cortesía, sino «el regalo del crecimiento, del empleo, de la actividad económica». No se esperan decisiones de este primer encuentro, que «será una toma de contacto, una forma de conocernos y también de decir francamente lo que pensamos», dijo Hollande. Es consciente de que las diferencias existen, pero también de la necesidad de que Francia y Alemania trabajen juntas y por ello buscarán «puntos de compromiso».

Estos son las principales cuestiones de la agenda, sus desacuerdos y sus puntos en común:

Principales desacuerdos

Crisis de la eurozona. Merkel y Sarkozy personifican dos corrientes enfrentadas sobre cómo salir de la crisis: crecimiento contra austeridad. La canciller defiende que la mejor forma de salir de la crisis de la deuda es disminuir el peso de esta y se opone a cualquier medida que conlleve un aumento de los déficits de cada país. El socialista francés estima que demasiada austeridad mata el crecimiento y acentúa la crisis.

acto fiscal. La canciller considera intocable el Pacto de Estabilidad Fiscal, que consagra en las legislaciones nacionales los preceptos alemanes de austeridad y que fue firmado por 25 países de la UE. Tras proclamar durante la campaña que quería renegociarlo, Hollande se limita ahora a querer complementarlo con un «pacto de crecimiento».

Eurobonos. Merkel se niega en redondo a la idea de mutualizar la deuda de la eurozona y compartir los riesgos, ya que llevaría a Alemania, principal contribuyente, a desembolsar más por sus vecinos, mientras que los países fuertemente endeudados se verían incitados a relajar sus esfuerzos para reducir el déficit. En cambio, Hollande piensa que eso podría ser en parte la solución a la crisis, aunque ha dejado de hablar del asunto y prefiere ahora los eurobonos, que consisten en la obtención de créditos europeos para financiar algunos proyectos. En este caso, a lo mejor la canciller puede ceder.

Banco Central Europeo. Como la mayoría de los alemanes, Merkel defiende sin fisuras la independencia del BCE, creado a imagen del banco central alemán, el Bundesbank. Hollande quiere que el BCE sea más activo para resolver la crisis y preste directamente a los Estados, lo que sus estatutos prohíben.

Afganistán. Con el tercer mayor contingente en el país asiático, Alemania ha exigido que se cumpla el calendario de retirada fijado por la OTAN, de aquí a finales del 2014. Hollande tendrá que explicar a Merkel y al presidente Barack Obama el viernes en Camp David por qué quiere adelantar la retirada de las tropas francesas a este año.

Puntos comunes

Relaciones bilaterales. Ambos subrayan la importancia del motor francoalemán para la integración europea y sin duda lo volverán a hacer de nuevo. Merkel ha consagrado su mensaje semanal a defender el eje París-Berlín. Pero Hollande podría optar por ampliar el círculo del liderazgo europeo al italiano Mario Monti.

Banco Europeo de Inversiones. Ya hay acuerdo sobre algunas de las propuestas de Hollande para estimular el crecimiento. Berlín es, por ejemplo, uno de los más entusiastas defensores de una tasa a las transacciones financieras y aboga por un creciente papel del Banco Europeo de Inversiones. Tanto Francia como Alemania quieren desbloquear los fondos estructurales en suspenso para invertir en infraestructuras y energías renovables.

Personalidad. Fueron necesarios meses de pulsos personales durante la crisis financiera para que se consolidara lo que se bautizó como Merkozy. El estilo más frívolo de Nicolas Sarkozy chocaba con la austeridad de la Angela Merkel. Según los analistas, desde este punto de vista psicológico, Hollande, que se define como un «presidente normal», debería entenderse rápidamente con la canciller alemana.