Sarkozy encabeza por primera vez una encuesta

La Voz AFP

INTERNACIONAL

PASCAL ROSSIGNOL

La dirigente de extrema derecha Marine Le Pen confirma su candidatura

07 abr 2012 . Actualizado a las 00:35 h.

Tras una semana de intensa campaña, el presidente Nicolas Sarkozy encabezaba por vez primera el martes un sondeo de intenciones de voto para la primera vuelta de la elección presidencial francesa, en la que la dirigente de extrema derecha Marine Le Pen entra oficialmente en liza.

Cuando faltan 40 días para la elección, un sondeo del instituto Ifop Fiducial otorga a Sarkozy el 28,5% de las intenciones de voto en la primera vuelta y 27% al candidato socialista François Hollande, que hasta ahora encabezaba todas las encuestas.

No obstante, este sondeo sigue dando como ganador a Hollande en la segunda vuelta con 54,5%, seguido del presidente saliente (45,5%).

La dirigente del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, continúa figurando en tercera posición, con 16% de las intenciones de voto, seguida del centrista François Bayrou (13%) y del Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon (10%).

No obstante, un nuevo sondeo, esta vez del instituto TNS Sofres-Sopra Group, publicado pocas horas después del primero, vuelve a situar en cabeza a Hollande en la primera vuelta, con 30% de las intenciones de voto, seguido de Sarkozy, con 26%. El candidato socialista ganaría la segunda vuelta con 58%.

Las dos encuestas fueron realizadas después del gran mitin de campaña organizado el domingo en la periferia de París por el presidente-candidato.

Marine Le Pen anunció el martes que obtuvo las 500 firmas de ediles y cargos electos necesarias en Francia para presentar una candidatura a la elección presidencial, con lo que entra oficialmente en liza, tras haber declarado durante semanas que tenía problemas para recabarlas debido, según ella, a un sistema que considera antidemocrático.

La derecha y la extrema derecha afirman que sus respectivas campañas adquieren ahora un nuevo impulso.

En el campo del presidente saliente, los ánimos se reforzaron tras el primer sondeo, que sigue a una semana considerada como la de la «última oportunidad».

El presidente anunció a lo largo de ella todo tipo de propuestas, algunas de ellas de inspiración izquierdista (impuestos a las grandes empresas y a los que fijan su residencia en el extranjero para eludir el fisco) y otras de extrema derecha (inmigración).

Sorprendió también proponiendo medidas proteccionistas para las empresas europeas y amenazando con retirar a Francia de los acuerdos de Schengen de libre circulación de personas en Europa si no se introducen cambios para impedir la migración clandestina.

«Hay una dinámica», se congratuló la ministra del Aprendizaje Nadine Morano. «Espero que la golondrina de esta mañana haga el verano», declaró Alain Minc, consejero de Sarkozy.

Frederic Dabi, del instituto Ifop, estimó que el primer sondeo es «un giro, pero un giro matizado puesto que marca el fin de lo que era una excepción», el hecho de que un «presidente saliente fuera sobrepasado en la primera vuelta». Se trata del «éxito, por el momento, de la estrategia de derechización adoptada por Sarkozy», agregó.

Por su parte, Manuel Valls, portavoz de François Hollande, estimó que «nada está seguro frente a un Nicolas Sarkozy dispuesto a todo para escamotear su balance, convertir a algunas categorías de franceses en chivos expiatorios y huir de sus responsabilidades». «El único que puede vencer a Nicolas Sarkozy es François Hollande», agregó.

En el campo de la extrema derecha, los partidarios de Marine Le Pen consideran que, con la obtención de las 500 firmas, la candidata empieza una «nueva campaña». «Estamos por fin oficialmente en liza y podremos al fin explicar a los franceses nuestro proyecto», declaró uno de sus directores de campaña, Florian Philippot, mientras otro de sus allegados afirmaba que «ahora ella sube al ring electoral».

De hecho, Marine Le Pen no dejó nunca de realizar una intensa campaña en los últimos meses y logró incluso imponer en el debate político algunos de sus temas predilectos, en particular la inmigración y el islam.

Fue ella la que lanzó la polémica sobre la carne halal (de animales matados según las reglas musulmanas) que envenenó la campaña en las últimas semanas y provocó la indignación de las instancias representativas de los musulmanes y los judíos de Francia.