Aún controla las fuerzas de seguridad pese a encontrarse en EE.UU., donde recibe atención médica
21 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El hasta ahora vicepresidente yemení, Abd Rabo Mansur Hadi, será elegido hoy presidente interino por un período de dos años, poniendo fin a la era del mandatario Alí Abdalá Saleh y convirtiendo a Yemen en el primer país árabe que logra una salida negociada tras un levantamiento popular. Sin embargo, Saleh sigue siendo muy influyente. Aún controla las fuerzas de seguridad pese a encontrarse en EE.UU., donde recibe atención médica, y ha anunciado que regresará a Yemen.
Hadi, un exsoldado originario del sur del país, de 66 años, es el único aspirante al cargo de mandatario interino. Se le considera un candidato de consenso para una situación puente después de que Saleh dejase el cargo en noviembre bajo la presión de una movilización popular.
No todo el mundo está con él. La oposición lo acusa de corrupción y nepotismo. Parte del movimiento separatista sudista de Yemen, implantado en lo que fue Yemen del Sur hasta la unión de este país con Yemen del Norte en 1990, llamó a la desobediencia civil para impedir las elecciones. Un grupo rebelde del norte también boicotea los comicios. En cambio, la periodista Tawakul Karman, primera mujer árabe en ganar el premio Nobel de la Paz, una figura emblemática de la movilización opositora, instó a sus compatriotas a participar en estos comicios, que son, según ella, «el fruto del levantamiento popular de la juventud».
Otros protagonistas de la movilización opositora llamaron a votar por Hadi, y carteles con su foto han sido colocados en edificios y otros lugares de la capital del país. «Hadi tiene apoyo local, regional e internacional y es un líder respetado que tiene una visión de futuro. Llamamos a todos los yemeníes a participar», dijo el general Al Ahmar, cuya defección en marzo del año pasado fue decisiva para que Saleh diera el brazo a torcer.