Tahrir exige más revolución

S. Samhan / M. Salem EL CAIRO / EFE, AFP

INTERNACIONAL

La Junta Militar libera a 3.000 presos y reitera que dejarán el poder el 30 de junio

26 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Los egipcios se volcaron ayer con el primer aniversario de la revolución que acabó con tres décadas de dictadura de Hosni Mubarak en la concentración más masiva desde entonces en la plaza Tahrir, donde se vivió una catarsis de patriotismo con espacio para reivindicaciones. La diversidad de mensajes en las pancartas dejaba al descubierto las divergencias sobre el significado del día.

El poder militar marcó el día declarado festivo anunciando la liberación de 3.000 prisioneros por «buena conducta», es decir un millar más de los previstos, y confirmando que abandonará el poder el 30 de junio, día en que los soldados regresarán a sus cuarteles para dedicarse solo a «defender la tierra, el cielo y el mar de Egipto».

Todos los caminos llevaban ayer al epicentro de la Revolución del 25 de Enero, donde bajo un sol radiante, tras una noche de lluvias torrenciales, confluyeron varias marchas de decenas de miles de personas organizadas por distintos grupos de jóvenes y revolucionarios para pedir que la Junta Militar que gobierna Egipto actualmente traspase el poder de forma inmediata. Hubo concentraciones similares en casi todas las provincias.

Distintas metas

Pese a que las personas consultadas por Efe destacaron la importancia del aniversario de la revolución, todas afirmaron que habían acudido a la emblemática plaza para exigir que se cumplan los objetivos de la revolución, aunque esas metas variaban según a quién se preguntara.

La presencia islamista era importante con numerosos seguidores de los Hermanos Musulmanes, que dominan el nuevo Parlamento, pertrechados con banderas que aseguraban que estaban en Tahrir para celebrar la caída de Mubarak y defender los derechos de las víctimas de la revolución. Una de esas víctimas es Osama Moghazios, que perdió la mano derecha tras recibir el impacto de una bala de goma disparada por la policía el pasado 28 de enero en Alejandría, de donde se trasladó ayer para acudir a Tahrir. Moghazios ha acampado en la plaza, de la que asegura que no se marchará hasta recibir una indemnización de las autoridades.

En la plaza no solo se congregaron las víctimas y los islamistas, sino también egipcios de distintas tendencias que exigían continuar la inacabada revuelta y pedir la renuncia inmediata de la Junta Militar. De los barrios de Guiza, Manial y Mohandesin, además de otros puntos de El Cairo, llegaron decenas de miles en varias marchas, en las que las soflamas más escuchadas fueron las contrarias a los militares y a su jefe, el mariscal Huseín Tantaui. En algunas de esas marchas, destacó la concurrencia de mujeres, tanto cristianas como musulmanas, con o sin velo.

Frente a la ausencia total de las fuerzas del orden en la plaza, cuyos accesos estuvieron custodiados por voluntarios, la presencia policial era abrumadora en las calles aledañas a los edificios gubernamentales.

El número de jaimas en la plaza ha aumentado y muchos manifestantes dicen que no se van a marchar, como Mohamed Atif, que lleva allí desde los disturbios de noviembre pasado. «Hay más tiendas de campaña y más manifestantes que vinieron de distintas provincias del país. Aquí no hay partidos políticos ni discordia. Nuestro objetivo es el mismo: la entrega del poder a una autoridad civil», sentenció.

División entre islamistas y laicos sobre las demandas en el primer aniversario