Miles de tunecinos festejan primer aniversario de la revolución

AFP

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Al inicio de la ceremonia, el presidente tunecino Moncef Marzuki aseguró que su país continuará su «marcha a la libertad».

14 ene 2012 . Actualizado a las 21:31 h.

Miles de tunecinos se reunieron el sábado en la emblemática avenida Burguiba en Túnez para festejar el primer aniversario de la caída de Ben Alí, mientras se llevaba a cabo cerca de allí una ceremonia oficial en presencia de dirigentes árabes.

Al grito de ¡Buen viaje Ben Alí! o ¡Fuera!, miles de personas se concentraron de mañana en la gran arteria de la capital para celebrar el primer aniversario de la «revolución de la dignidad».

Uno de los manifestantes se disfrazó con una máscara del expresidente, encadenado y con el traje típico saudita (Ben Alí se encuentra refugiado en Arabia Saudita), acompañado por una marioneta que representaba a Leila, la ex primera dama.

Durante toda la jornada, los manifestantes cantaron, corearon consignas o, simplemente, se pasearon por la avenida, algunos envueltos en la bandera del país. Todo en un ambiente festivo, aunque también reivindicativo.

«Trabajo, libertad y dignidad», «El trabajo es un derecho», «Tunecinos en pie» y «Vamos a continuar la batalla» fueron otras de las consignas que repitieron los manifestantes.

«Hicimos la revolución contra la dictadura para imponer nuestro derecho a una vida digna y no para ayudar a algunos oportunistas a conseguir sus ambiciones políticas», dijo indignado Salem Zituni, de 33 años.

El ministerio del Interior, símbolo del depuesto régimen y lugar donde comenzó hace un año la última manifestación antes de la huida de Ben Alí, fue acordonado para evitar el paso de la gente.

Algunos reclamaron el reconocimiento de los «mártires» muertos durante la represión de las protestas habidas entre diciembre de 2010 y enero de 2011, unos 300 según la ONU.

Un grupo de jóvenes desfilaron con la bandera negra de los salafistas al grito de «¡Túnez islámico!».

Mucho más sobria fue la ceremonia oficial, celebrada en el Palacio de Congresos, a unos cientos de metros de la avenida Burguiba, y a la que asistieron, entre otros, el emir de Catar, jeque Hamad ben Jalifa al Thani, el presidente argelino Abdelaziz Buteflika y el presidente del Congreso Nacional de Transición (CNT) libio, Mustafá Abdeljalil.

Al inicio de la ceremonia, el presidente tunecino Moncef Marzuki aseguró que su país continuará su «marcha a la libertad» y estimó que el 14 de enero marcaba «el final de un periodo sombrío, de un régimen autoritario y corrupto».

«Los pueblos de la nación árabe aspiran a mejores días y estoy seguro de que se van a inspirar de la revolución tunecina que promueve la libertad y la dignidad», dijo por su parte el emir de Catar, país que mantiene estrechas relaciones con el partido islamista Ennahda, vencedor de las elecciones del 23 de octubre.

Al Thani anunció que su país contribuirá a un fondo de apoyo a los «mártires» de la revolución.

El líder del CNT libio manifestó por su parte que el ejemplo tunecino fue «un factor esencial» de la revuelta libia que acabó con el régimen de Muamar Gadafi meses después.