El referendo escocés amenaza con degenerar en una crisis

Imanol Allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Cameron afirmó ayer que el ministro principal de Escocia y su partido solo buscan «un neverendum [nuncarendum] y no un referendo».

12 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Si David Cameron lanzaba el lunes la sorprendente sugerencia de celebrar un referendo sobre la independencia de Escocia el próximo otoño o en la primavera del 2013, el martes, el nacionalista Alex Salmond le advertía que mantendrá la fecha del 2014 y que se abstenga de interferir en la política autonómica «emulando a Thatcher y a su dictadura en Escocia».

En este turno de réplica, el primer ministro británico afirmó ayer que el ministro principal de Escocia y su partido solo buscan «un neverendum [nuncarendum] y no un referendo». El enfrentamiento entre Londres y Edimburgo es tal que muchos analistas temen que degenere en una crisis constitucional como no se vive en el Reino Unido desde el Acta de Unión de 1707.

El desacuerdo es sobre casi todo: la existencia del propio deseo de referendo, el calendario, el censo electoral, las modalidades e incluso las preguntas que habría que formular a los cinco millones de escoceses.

Dudas sobre su legalidad

Pero además existe la duda sobre la legalidad de la convocatoria por parte del Parlamento escocés de Holyrood. El ministro para Escocia, Michael Moore, indicó que los abogados del Estado creen que no existe base legal según los términos de la ley de 1998 que dio paso a la autonomía escocesa. «El Parlamento de Holyrood no cuenta con poder para convocar un referendo», sentenció Moore. El único con autoridad es el Parlamento británico de Westminster.

El conflicto entre Londres y Edimburgo puede saltar incluso a los tribunales. Ayer, miembros del Gabinete de Cameron advirtieron que si Alex Salmond continúa con «su proyecto», el Ejecutivo británico lo podría llevar al Tribunal Supremo. Un asesor de premier se preguntaba si el líder nacionalista escocés quiere pasar a la historia como el político que no logró llevar a cabo un referendo legal sobre la independencia en Escocia.

El no triunfaría ahora

Nadie duda en Londres de que la única razón por la que Salmond quiere retrasar la cita con las urnas al 2014 es porque piensa que ahora o a corto plazo no lo ganaría. Pero además no acepta eliminar del referendo una tercera pregunta, si en vez de independencia o seguir formando parte del Reino Unido, los escoceses desean una mayor autonomía.

Otro motivo que ha podido llevar a David Cameron a pedir que se adelante el plebiscito, y provocar así un debate independentista, la dejó entrever ayer en su comparecencia ante la Cámara de los Comunes cuando dijo: «Deberíamos tener un debate, ya que hay muchos en el Partido Nacionalista Escocés que también lo desean», en referencia a un amplio sector nacionalista que no ve con tanto optimismo una ruptura con Londres, en particular por sus implicaciones económicas.