El Gobierno cubano indultará «por razones humanitarias» a más de 2.900 presos en los próximos días, según informó este fin de semana el presidente Raúl Castro en un discurso ante la Asamblea Nacional. Ahí adelantó también la excarcelación anticipada de 86 extranjeros de 25 países.
El que no será puesto en libertad es Alan Gross, un contratista estadounidense acusado de espionaje y condenado a 15 años. Eso ha causado una gran pena en Estados Unidos, que mostró su pesar públicamente.
La medida, que según dijo se hará efectiva en «los próximos días» como una muestra «de la generosidad y fortaleza de la revolución», responde también a «la política establecida» y a las «numerosas solicitudes de familiares y diversas instituciones religiosas».
No se incluirá en este beneficio, salvo contadas excepciones, a sancionados por delitos de espionaje, terrorismo, asesinato, homicidio, tráfico de drogas, pederastia con violencia, robo con fuerza en vivienda habitada, violación y corrupción de menores, según una nota oficial del Consejo de Estado. De ahí que el empresario norteamericano no esté en el grupo de los que volverán a tener libertad en los próximos días.
Serán puestos en libertad «algunos condenados por delitos contra la seguridad del Estado» y en todos los casos, añade la nota, los indultados «han cumplido una parte importante de la pena en prisión y mostrado un buen comportamiento».
Entre los indultados destacan personas con más de 60 años, enfermos, mujeres y jóvenes «sin antecedentes penales previos, que obtuvieron un oficio y elevaron su nivel cultural y posibilidades de reinserción social».
Repatriados
En el caso de las excarcelaciones de extranjeros condenados por delitos cometidos en Cuba, entre los que se incluyen 13 mujeres, el general Castro explicó que saldrán «bajo la condición previa de que los Gobiernos de sus naciones de origen acepten su repatriación».
La medida se hará efectiva dentro de unos días, según ha adelantado
Raúl Castro