El islamismo político, al frente de la transición tunecina

Miguel Albarracín / Efe

INTERNACIONAL

El islamista Hamadi Yabali ha sido designado nuevo primer ministro de Túnez.

14 dic 2011 . Actualizado a las 22:00 h.

El «número dos» del partido islámico conservador Al Nahda, Hamadi Yabali, ha sido designado hoy nuevo primer ministro tunecino, lo que consagra a esta agrupación proscrita durante el régimen anterior, como el principal actor de la transición política.

Yabali, de 62 años y que paso más de una década en las prisiones del régimen del presidente Zine el Abidine Ben Ali, cuenta con el apoyo de la mayoría parlamentaria para formar un gobierno que saque al país de la actual crisis económica, social y política y establezca las bases de un nuevo marco político.

«Estamos buscando un consenso, así como la asociación con el mayor número de partidos posibles. Buscamos este acuerdo para sacar al país de la situación actual de crisis económica y con las instituciones muy debilitadas», dijo hoy a Efe el responsable de las juventudes de Al Nahda, Sami Triki.

Triki agregó que con la toma de posesión ayer de Moncef Marzuki como presidente del país y la designación, hoy, de Yabali, se están estableciendo «las nuevas instituciones en un momento muy crítico».

En este sentido subrayó que entre las prioridades del nuevo ejecutivo estarán «garantizar una seguridad mínima para que la economía y las inversiones puedan aumentar».

Aunque, según explicó, para esta labor era importante respetar a las minorías parlamentarias, indicó que «la estabilidad es necesaria y es la prioridad de los nuevos poderes», y dejó a entender que prevalecerá la estabilidad frente al diálogo.

Por su parte, el diputado opositor del Partido Democrático Progresista (PDP), Issam Chebbi, aunque no dudó en calificar de «histórico» el momento que está viviendo el país, mostró ciertas reservas sobre el proceso de elección del presidente del país.

«Nos hubiera gustado que la elección del presidente del Estado se hubiera realizado en mejores condiciones», dijo Chebbi, que criticó el hecho de que no se haya limitado la duración de su mandato.

Asimismo, subrayó que la presidencia tiene «poco poder real» frente al primer ministro, que se convierte ahora en el verdadero director de la política del país.

En este sentido, precisó que «aún hay que aguardar al programa del nuevo gobierno», aunque consideró que no espera «que puedan aportar soluciones reales al problema del paro o del desequilibrio regional».

Mucha más dura en sus críticas fue la activista Olga Lajili, fundadora de la asociación «24 de Octubre», para quien la elección del presidente no fue democrática.

«Ahora dicen que el presidente del Estado ha sido elegido cuando ya estaba designado desde antes, y hoy pasó igual con el primer ministro: no es una elección es una obra de teatro», dijo Lajili.

La activista se refería al pacto alcanzado el pasado 21 de noviembre por Al Nahda, que cuenta con 89 de los 217 escaños parlamentarios, el Congreso Por la República (CPR), que tiene 29, y el Altakatol, que logró 20 legisladores en las pasadas elecciones del 23 de octubre.

Las tres agrupaciones, que juntas suman una cómoda mayoría parlamentaria, se repartieron los tres puestos clave del país: la presidencia de la Asamblea recayó en el Altakatol, la del país en el CPR y la jefatura de Gobierno en Al Nahda.

Además, Lajili criticó a Marzuki por haberse referido en su discurso expresamente a los derechos de las mujeres con velo, sin él y a las que llevan «niqab» (velo integral).

«No nos gustó el que dividiese a las ciudadanas por su apariencia e hiciese esa concesión a los islamistas. Creíamos que hablaba de ser el presidente de todos los tunecinos y empezó dividiéndonos», sentenció.

Hamadi Yabali, ingeniero de formación y figura histórica del islam político tunecino se convierte en la piedra angular del nuevo sistema político, según la Constitución transitoria aprobada por la Asamblea el pasado día 11 y bautizada como la «mini constitución», que otorga casi todos los poderes al jefe del Ejecutivo, en detrimento del presidente de la República.

El nuevo gabinete que negocia el tripartito y que se espera que sea anunciado mañana contará con 26 carteras, 11 de las cuales irán a parar al CPR y al Atakatol, según fuentes de este partido islámico.

Al Nahda se reserva las carteras clave de Interior y Exteriores, además del ministerio de Justicia, aunque cede a la oposición la cartera de Industria y Energía.

Además de enderezar la marcha del país, en sus manos está también la iniciativa legislativa para la elaboración de una nueva Carta Magna, que deberá ser aprobada por los dos tercios de la Asamblea antes de someterse a referéndum.