Latinoamérica y el Caribe lanzan su organismo regional sin EE.UU.

Anna Pelegrí CARACAS / AFP

INTERNACIONAL

Chávez no convence a todos los socios de que la Celac sustituya a la OEA

03 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los líderes de América Latina y el Caribe se reúnen en Caracas para lanzar hoy la Celac, su primer organismo regional sin Estados Unidos susceptible de rivalizar con la OEA y con vocación de proyectar a la región como actor independiente y de peso en el tablero mundial.

Una treintena de jefes de Estado y de Gobierno se dan cita durante dos días en un protegido fuerte militar para definir la forma precisa que tomará la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con sus 33 países y liderazgos heterogéneos, que en los últimos tiempos protagonizaron más de una crisis diplomática.

El principal desacuerdo es sobre si debe o no sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA). Chávez desea que sí, pero otros socios no están de acuerdo. Washington dejó claro que la OEA es la institución «preeminente» para tratar los asuntos del continente y que ve a la Celac como un socio.

«El más grande en 200 años

«Por primera vez vamos a tener una organización de nuestra América, y si funciona, si tiene éxito, se puede considerar el acontecimiento más grande en los 200 años de semiindependencia», dijo a su llegada el presidente cubano, Raúl Castro.

Los mandatarios fueron invitados por Hugo Chávez, para quien la cita, aplazada en julio, cuando se le diagnosticó un cáncer, supone su retorno a la escena internacional y una ocasión para mostrar, entre rumores que sostienen lo contrario, que superó la enfermedad.

Según Chávez, llegó la hora de la unidad en la región más allá de tintes políticos. La Celac debe ser «una unión política y sobre esa unión vamos a construir un gran polo de poder del siglo XXI», «no debemos dejarnos llevar por las ideologías» de cada país, advirtió.

La unión de los países de la región en un organismo político heredero de los foros de la Cumbre de América Latina y Caribe y Grupo de Río, que empezó a gestarse en Brasil en el 2008, se plantea inevitablemente como una alternativa a la OEA, que excluye a Cuba e integra a Estados Unidos y Canadá.

Para Chávez, «la OEA es lo viejo, un espacio dominado por EE.UU». Una línea que siguen el ecuatoriano Rafael Correa y el nicaragüense Daniel Ortega, que estimó que el foro es «la sentencia de muerte de la doctrina Monroe», considerada el hito que abrió paso a la injerencia de Washington.

No todos siguen esa línea. La más clara fue la ministra de Exteriores mexicana, Patricia Espinosa: la OEA y la Celac «son esfuerzos de cooperación y diálogo complementarios».

Uno de los puntos aún por definir es el mecanismo de toma de decisiones: los cancilleres no lograron el jueves un acuerdo sobre ese punto, que debe formar parte de la Declaración de Caracas.