Las diferencias en la Liga Árabe postergan las sanciones a Siria

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

25 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las diferencias en la Liga Árabe obligaron ayer al foro panárabe a aplazar la imposición de sanciones económicas a Siria y a ampliar un día su ultimátum para que acepte una misión de observadores, mientras sobre el terreno los combates y la represión siguen hablando, dejando un saldo de 25 muertos.

Los enfrentamientos entre soldados regulares y desertores se multiplicaron en el bastión opositor de Homs. En ellos habrían muerto once soldados y dos desertores. Doce civiles perdieron la vida, según los opositores, al verse involucrados en los choques o tiroteados por shabiha (matones del régimen).

El coronel desertor Riad al Asad, refugiado en Turquía y fundador del Ejército Libre Sirio (ESL), pidió ayer que aviones extranjeros -que no especificó- bombardeen objetivos estratégicos del régimen sirio, según informa la agencia AFP.

El Líbano vuelve a desmarcarse

El Líbano -con estrechos lazos con Siria- anunció que no apoyaría sanciones antes de entrar en la reunión de la Liga Árabe, que se celebró en un hotel por la falta de seguridad en su sede de la plaza Tahrir, de El Cairo. Por contra, Catar y Arabia Saudí -los dos países suníes que lideran la presión contra Damasco- defendieron una postura más dura contra Al Asad, al igual que el secretario general de la Liga, el egipcio Nabil al Arabi. Argelia también obligó a cambiar algunos puntos del protocolo que regula el envío de observadores árabes.

Hace casi dos semanas, la expulsión de Siria de la Liga Árabe ya había sido aprobada con el voto en contra del Líbano y Yemen, la abstención de Irak y la negativa de Argelia a retirar a su embajador de Damasco.

Si el régimen de Al Asad sigue negándose hoy a permitir la misión de observadores, la organización panárabe se volverá a reunir mañana para imponer sanciones: la suspensión de vuelos a Siria, de las transacciones con el Banco Central y de los intercambios comerciales -exceptuando bienes de primera necesidad- , así como el bloqueo de los fondos del Estado sirio en el exterior. Además, la Liga Árabe amenazó con recurrir por primera vez a la ONU para que se implique en la resolución de la crisis.