La ONU pide una investigación sobre la represión de las protestas en Egipto

EFE

INTERNACIONAL

Urgió a las autoridades a «poner fin al claramente excesivo uso de la fuerza contra los manifestantes en (la plaza de) Tahrir y en otros lugares del país, incluyendo el uso inapropiado de gas lacrimógeno, balas de goma y munición real».

23 nov 2011 . Actualizado a las 15:47 h.

La ONU pidió hoy que se investigue la represión de las protestas de los últimos cinco días en Egipto y que se depure judicialmente la responsabilidad penal de quienes han empleado una violencia excesiva contra los manifestantes.

«Debería haber una investigación urgente, imparcial e independiente y se debería garantizar que se castiga a los responsables de los abusos que se han cometido», declaró la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay,

En un comunicado, Pillay urgió a las autoridades a «poner fin al claramente excesivo uso de la fuerza contra los manifestantes en (la plaza de) Tahrir y en otros lugares del país, incluyendo el uso inapropiado de gas lacrimógeno, balas de goma y munición real».

«Algunas de las imágenes procedentes de Tahrir, como las palizas brutales a manifestantes ya inmovilizados, son profundamente impactantes, al igual que las informaciones sobre manifestantes desarmados con disparos en la cabeza», agregó.

Para la Alta Comisionada, las acciones del ejército y de las fuerzas de seguridad no están mejorando la situación de seguridad, sino todo lo contrario, con decenas de miles de personas saliendo a las calles en respuesta a la violenta represión.

Pillay recordó la proximidad de las elecciones parlamentarias y presidenciales en Egipto, tras el derrocamiento del expresidente Hosni Mubarak, y consideró que «el pueblo de Egipto merece ejercitar su derecho al voto (...) en un entorno de ausencia de violencia».

También expresó su preocupación ante «el deterioro de los espacios públicos para ejercer los derechos fundamentales», como las libertades de expresión, prensa, asamblea y asociación, y la necesidad de levantar de manera inmediata el estado de emergencia.

En vez de asistir a «una nueva sociedad democrática abierta en Egipto», denunció Pillay, «estamos viendo otro estallido de violencia por parte del Estado contra sus ciudadanos, que de manera legítima expresan de manera creciente su indignación».