Una nueva batalla por la plaza Tahrir pone en jaque la transición egipcia

g. n. redacción / la voz

INTERNACIONAL

Continúa la presión popular en las calles para impedir a la jerarquía militar que se reserve en el texto constitucional una posición de poder privilegiada

20 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las vísperas electorales -faltan nueve días para la primera cita con las urnas en Egipto tras el derrocamiento en febrero del expresidente Hosni Mubarak- se calentaron ayer en El Cairo de forma preocupante, hasta el punto de poner en jaque la titubeante transición. El enfrentamiento entre centenares de policías antidisturbios y los manifestantes que trataban de retomar la simbólica plaza Tahrir -para celebrar una sentada multitudinaria- se saldó ayer con un muerto y más de 670 heridos, y registró momentos de enorme tensión cuando los agentes recurrieron a gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los activistas. Al final, tras una larga y violenta batalla campal, y ya de noche, miles de egipcios ocupaban la plaza Tahrir.

Mostraban su malestar con la Junta Militar y el Ministerio del Interior solo un día después de la gran manifestación que reclamó en la misma plaza el traspaso efectivo del poder a una autoridad civil y expresó su rechazo al texto constitucional que quieren imponer los generales, liderados por el mariscal Huseín Tantaui.

Los activistas se defendieron lanzando piedras y la policía replicó con las porras y los vehículos blindados. Testigos relataron que los ciudadanos lograron retener a un hombre que disparó en un pie a uno de los manifestantes y que, al registrarlo, descubrieron que portaba una identificación de policía.

Todo comenzó el viernes, con una huelga indefinida en protesta contra lo que juzgan arteras maniobras de la cúpula militar para mantener su privilegiada posición en el futuro poder parlamentario con su control de la redacción del texto constitucional. El pueblo reclama al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas -que gobierna el país desde la caía de Mubarak- que traspase el poder a los civiles como muy tarde en mayo.