Los desertores sirios atacan los servicios secretos de Al Asad

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Leales al régimen asaltan las embajadas de Marruecos, Catar y Emiratos

17 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Desertores del Ejército sirio lanzaron ayer al amanecer su primer asalto contra los servicios secretos del régimen de Bachar al Asad en ocho meses de levantamiento, pocas horas antes de que la Liga Árabe, reunida en Rabat, apretara aún más la soga que ha lanzado al cuello del presidente sirio. Leales al régimen reaccionaron a las presiones atacando las embajadas de tres países árabes en Damasco.

Una multitud furiosa lanzó huevos y piedras contra la embajada marroquí, además de arriar la bandera, según contó el embajador Mohamed Jasasi a la agencia France Press. Las cadenas Al Yazira y Al Arabiya informaron de ataques similares a las embajadas de Catar y los Emiratos Árabes Unidos. En los muros de esta última escribieron: «Sois unos bastardos, sois agentes de Israel». La legación se ubica en el exclusivo barrio en el que Al Asad tiene su casa.

En otro signo del aislamiento internacional al que está siendo sometido el régimen, Francia decidió retirar a su embajador tras el asalto a dos consulados el fin de semana.

La Brigada Jaled Bin Walid perteneciente al Ejército Libre Sirio -creado en julio por el coronel Riad al Asad, desertor y refugiado en Turquía- asumió la autoría del ataque lanzado con ametralladoras, cohetes antitanque y granadas a la sede de la inteligencia de la Fuerza Aérea en Harasta, un suburbio del norte de Damasco. El ataque supone una escalada en los combates entre soldados y opositores, y presagian que la revuelta se encamina a una guerra civil. El número de fallecidos ascendió ayer a una treintena.

En la operación, seis soldados murieron y otro 20 resultaron heridos, según recoge la agencia DPA de fuentes opositoras. La milicia de desertores anunció asimismo la creación de un consejo militar para derrocar al régimen, proteger a la población y prevenir la anarquía.

En el día en que expiraba el plazo dado al régimen para que detuviera la violencia, la Liga Árabe oficializó en su cita de Rabat la decisión de expulsar a Siria. Ahora está en manos de cada país retirar o no a sus embajadores. Pero, además, los ministros de Exteriores árabes y turcos acordaron adoptar medidas urgentes para proteger a los civiles y enviar observadores. Le han dado un ultimátum de tres días a Damasco para aceptar esa misión. Si se niega se enfrenta a sanciones económicas.

La Liga Árabe da tres días a Damasco para que acepte una misión de observadores