El Tribunal Penal Internacional (TPI) no ha recibido notificación alguna sobre la supuesta voluntad de entregarse del hijo de Gadafi, Saif el Islam, así como del ex efe de la inteligencia, Abdulá el Senusi, informa Efe. El portavoz del TPI, Fadi el Abdalá, respondía así a las informaciones aparecidas en varios medios, según las cuales un responsable militar del CNT anunció que Saif y Senusi están negociando cómo entregarse al tribunal de La Haya.
Sobre ambos pesa una orden de captura por crímenes de guerra. El martes, fuentes tuaregs los situaban cerca de la frontera con Níger, con pasaportes falsos. Ahora podrían haber visto frustrada su huida y acabar como Muamar y Mutasim Gadafi.
Saif al Islam consiguió huir de la conquistada Bani Walid el 19 de octubre, un día antes de la caída de la vecina Sirte, donde se encontraban sitiados su padre y su hermano. Cuando su convoy partía de la ciudad fue alcanzado por un ataque aéreo de la OTAN, pero escapó con vida. Al Arabiya recoge el testimonio de un comandante rebelde: «Mi unidad lo perseguía el 19 de octubre cuando la OTAN atacó su convoy. Estaba en un vehículo blindado, pero sobrevivió y alguien lo ayudó a escapar. Luego le perdimos la pista». En los últimos días de asedio, Saif llamó con frecuencia por su teléfono Thuraya a su padre, sitiado en Sirte, y cada vez tenía más miedo a morir en un bombardeo. «Nos repetía una y otra vez: no le digáis a nadie dónde estoy». Así lo contó el teniente Sharif al Senussi, de su equipo de seguridad, a los periodistas de Reuters que lo entrevistaron en la cárcel, según la cadena Al Arabiya.