Obama anuncia por sorpresa que retira todas las tropas de Irak al no otorgárseles inmunidad

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

22 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Les garantizo que todos pasarán las fiestas en casa», afirmó ayer el presidente estadounidense al anunciar, por sorpresa, la retirada total de los últimos soldados norteamericanos (más de 39.000) de Irak en diciembre. La decisión de Barack Obama se debe a la ruptura de las conversaciones con el Gobierno iraquí de Nuri al Maliki de cara a dejar en el país parte de las tropas con el objetivo de ayudar a garantizar la seguridad.

La comparecencia de Barack Obama en la Casa Blanca tuvo lugar precisamente después de que el presidente estadounidense mantuviera una videoconferencia con el primer ministro iraquí para informarlo de la medida que había decidido tomar.

A causa de la ruptura de las conversaciones con las que se pretendía un acuerdo que dejara unos miles de soldados estadounidenses en Irak, en el país solo se quedarán los 150 miembros encargados de la protección de la Embajada de Estados Unidos.

Con el regreso en diciembre de los últimos soldados acaba la presencia estadounidense en Irak tras la guerra que comenzó George W. Bush y que le ha costado a Estados Unidos más de 4.400 vidas humanas y casi un billón de dólares. «Después de casi nueve años, dijo ayer Obama, la guerra en Irak habrá terminado».

La retirada del país fue negociada ya por el expresidente Bush con Bagdad con la intención de que algunos miles de soldados permanecieran en el país. Pero desde que Obama llegó a la presidencia, sus enviados retomaron las conversaciones. Hace dos semanas, esa negociación llegó a un punto muerto. El primer ministro iraquí no ha conseguido poner de acuerdo a todas las facciones sobre la necesidad de una presencia estadounidense. Y el Gobierno iraquí informó al estadounidense de que no garantizaban la inmunidad para sus soldados más allá del 31 de diciembre. A la vista de la decisión tomada por Barak Obama, es evidente que la Casa Blanca considera que la cuestión de la inmunidad para sus militares era innegociable, como ya había asegurado el secretario de Defensa, Leon Panetta.

Obama resaltó que el último soldado estadounidense saldrá de Irak «con la cabeza bien alta y orgulloso de su éxito», y destacó también la importancia que para decidir la retirada ha tenido el hecho de que Osama Bin Laden esté muerto. Explicó igualmente que también se completará la retirada de Afganistán, porque EE.UU. tiene que centrarse ahora en su propio restablecimiento.