Condenada por trabajar en una película crítica con el régimen
11 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La vida es cine, y a veces de terror. Así podría resumirse el proceso al que están sometiendo a la actriz iraní Marzie Vafamehr, que acaba de ser condenada a un año de prisión y a noventa latigazos por participar en la película Teherane man haray (?Mi Teherán a subasta?), crítica con el régimen, según la información facilitada en la web opositora Kalameh.
El abogado de Marzie, quien reconoce que ese tipo de castigo físico es frecuente en Irán, ya ha recurrido el fallo del tribunal de Teherán.
Vafamehr, esposa del cineasta iraní Naser Taghvai, fue detenida a finales de junio o principios de julio, según las fuentes, por haber actuado en la película que narra las dificultades que la república iraní pone a los artistas para desarrollar su trabajo y viajar a Australia.
Es precisamente desde ese país desde donde se ha coproducido la cinta, exhibida en el Festival de Adelaide en el 2009. Fue Garanaz Musavi, una iraní allí afincada, que quería usarla para su tesis universitaria, y en ella participaron estudiantes, con permiso de las autoridades.
Así pues, la producción contaba con el permiso del Ministerio de Cultura y Orientación Islámica iraní, y pese a ello otras personas también fueron detenidas por el mismo motivo que Marzie, y luego puestas en libertad. En cambio, ella fue procesada.
En cuanto a la situación actual de la actriz, algunas informaciones, difíciles de contrastar en el régimen de los ayatolás, dicen que fue liberada a finales de julio tras pagar una suma no revelada. Otras, que permanece en la cárcel de Garchak, en Baramin, que su marido la describe como un antiguo gallinero inhabitable.
La cinta, que ya se presentó en varios festivales, llegó al mercado negro de Irán, donde por ella se pagaba un euro y ahora, tras el revuelo, unos 6, según Taghvai. A Marzie, ni así le compensa.