Un país unido recuerda el peor atentado de la historia de EE.UU.

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Obama y Bush encabezaron el homenaje en Nueva York

12 sep 2011 . Actualizado a las 11:21 h.

Estados Unidos se detuvo en la mañana de ayer. El país recordaba el peor atentado de la historia y lo hacía unido por primera vez en mucho tiempo en un vínculo simbolizado por el encuentro del presidente Barack Obama y ex presidente George W. Bush acompañados de sus esposas en la zona cero de Nueva York.

La ceremonia fue muy similar a las de los diez años anteriores. Toques de campana a las horas exactas en las que tuvieron lugar los ataques de los tres aviones, la caída del cuarto en Pensilvania y los momentos en los que las torres se hundieron. Y también como en los años anteriores, la lectura de todos los nombres de los fallecidos por algunos de sus familiares. Según asesores de la Casa Blanca, esto es lo que más impactó a Obama.

Pero no solo en la capital, junto al Pentágono; Pensilvania, donde cayó el avión de United Airlines, o Nueva York; el país entero se detuvo y se unió para recordar. En cada pueblo y cada ciudad, los vecinos organizaron algún homenaje: flores en los parques de bomberos o en las comisarías de policía para recordar a los funcionarios de estos cuerpos que murieron.

En Nueva York, el lugar donde murió el mayor número de personas, su alcalde rememoró aquella mañana de «perfecto azul que se convirtió en el día más negro». El momento no era para discursos políticos y Obama leyó un salmo. Bush eligió un fragmento de una carta que Abraham Lincoln envió a la madre de un soldado muerto en la guerra de Secesión.

A partir de las 9.03 horas, cuando se recordó que el segundo avión se estrellaba contra la torre Sur, los familiares de las víctimas entraron al recinto del Memorial del 11 de septiembre, que quedó inaugurado. Allí, como en buena parte de la ciudad, las medidas de seguridad eran apabullantes. En la zona cero, presidente y expresidente estaban situados tras cristales blindados. A la preocupación por la seguridad, se unía la posibilidad de que Al Qaida buscara vengar la muerte de Bin Laden y la alerta sobre la posibilidad de un atentado.

Después de Nueva York, la siguiente parada para los Obama fue Shanksville, en Pensilvania, donde depositaron flores por las 40 víctimas del vuelo 93, el que se supone iba dirigido al Capitolio. Se fueron en silencio y entre aplausos. El presidente y la primera dama también guardaron silencio en la tercera parada, el Pentágono, donde hicieron una nueva ofrenda floral por los 184 fallecidos. Anoche, Obama tenía previsto hablar de la unidad de los estadounidenses durante la presentación del Concierto para la Esperanza.