Adeptos de Al Asad asaltan en Siria las embajadas de Francia y EE.UU.

mercedes lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Tres agentes de la sede diplomática gala resultaron heridos

12 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Seguidores del presidente sirio, Bashar al Asad, atacaron ayer por segundo día consecutivo las Embajadas de Estados Unidos y Francia en Damasco y el consulado galo en Alepo en protesta por la visita, la semana pasada, de los dos embajadores a la localidad de Hama, epicentro de las protestas contra el régimen, para solidarizarse con las víctimas de la represión.

Ayer, los manifestantes a favor del régimen lanzaron piedras contra ambas sedes diplomáticas y rompieron los cristales. Tres empleados de la Embajada de Francia en Damasco resultaron heridos y el coche del embajador fue destruido. París condenó la acción de «grupos bien organizados» y aseguró que «ante la pasividad de las fuerzas del orden, los agentes de seguridad de la embajada se vieron obligados a hacer tres disparos para impedir que se multiplicaran las intrusiones en el recinto».

El Ejecutivo galo ya convocó el domingo a la embajadora de Siria, para protestar por la llamada a consultas de su representante en Damasco por las visitas de este a Hama, corazón de las protestas contra el régimen.

Francia acusa a Siria de permanecer impasible ante «esos actos incalificables», por lo que apela a las autoridades «responsables de la seguridad a que respeten y apliquen el Convenio de Viena».

Compensaciones por daños

También EE. UU. acusó a Siria de violar la Convención de Viena al permitir que un grupo de «matones» atacasen su sede en Damasco. Allí, los cerca de 300 manifestantes fueron dispersados por agentes que emplearon gas lacrimógeno, mientras los marines trataron de convencerlos de que no entrasen en territorio soberano de EE. UU. También fue atacada la residencia del embajador.

La Casa Blanca convocó al encargado sirio de negocios en Washington, y el Departamento de Estado condenó «el rechazo del Gobierno sirio a proteger nuestra embajada» y exigió compensaciones por los daños. Esto apunta a «distraer la atención de la crisis en Siria, donde el Gobierno sigue matando a manifestantes pacíficos».