El cirujano español que atendió a Fidel Castro en el 2006 y dos venezolanos, en el equipo médico

La Voz

INTERNACIONAL

04 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cada vez cobran más fuerza las versiones sobre que el mal de Chávez es mucho peor que lo que se ha informado; que tuvo que ser intervenido dos veces porque la primera operación, hecha por un médico cubano, resultó mal; y que ahora está en manos de José García Sabrido, del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, el galeno español que en el 2006 salvó la vida a Fidel Castro.

Chávez afirmó, cuando reveló que padece cáncer, que ignoró las advertencias que hace tres meses, cuando comenzó a sentirse mal, le hicieron dos médicos caraqueños (urólogo e internista) que le recomendaron operarse de inmediato ante las sospechas de que tenía un tumor en el colon.

Sin embargo, al presidente no le pareció prudente hacerlo en Venezuela, pues, mientras los hospitales públicos están en un estado deplorable (en el año 13 de la Revolución Bolivariana), someterse a una intervención en la clínica privada en la que ejercen los galenos que lo diagnosticaron era inconveniente políticamente. Chávez tampoco confía en otras clínicas a las que ha hostigado con todo tipo de procesos judiciales y tributarios.

Chávez llegó a La Habana con plena disposición a ser operado (no por una enfermedad sorpresa, como se ha dicho oficialmente), pero el absceso, no detectado inicialmente, complicó la intervención y lo dejó en un estado tan crítico que obligó a desplazarse a la capital cubana a García Sabrido y a los dos médicos venezolanos, quienes están allí casi incomunicados.

Ninguna ley obliga a informar

Esta versión, la más popular en los corrillos políticos venezolanos, sigue siendo desmentida por portavoces oficiales. El canciller, Nicolás Maduro, confirmó que Chávez fue operado dos veces, y desmintió que tuviera cáncer de colon, pero no aclaró dónde tenía el tumor. El vicepresidente Jaua, a su vez, afirmó que «ninguna ley obliga a Chávez a informar sobre lo que tiene». Fuentes médicas especulan, a partir de lo poco que se sabe, que los problemas de Chávez no han hecho sino comenzar y que su enfermedad compromete su continuidad en el poder, e incluso su vida.