Varias cámaras no policiales espían a Assange en la casa donde cumple el arresto

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Los amigos de Assange han emitido un vídeo para llamar la atención sobre las condiciones «excesivas e inhumanas» en las que vive el fundador de Wikileaks.

17 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cuando se cumplen seis meses del arresto domiciliario de Julian Assange en la mansión de Elligham Hall, en Norfolk (Inglaterra), sus amigos han emitido un vídeo para llamar la atención sobre la vigilancia a la que está sometido el fundador de Wikileaks y acerca de las condiciones «excesivas e inhumanas» en las que vive.

Desde que a mediados de diciembre Assange inició el arresto domiciliario, fueron instaladas tres cámaras en los accesos a Ellingham Hall, para controlar a las personas y coches que entran y salen. «Aparecieron de la nada», dice Sarah Hamilton, compañera de Assange en Wikileaks.

El dueño de la casa y amigo del australiano, Vaugham Smith, señala en el vídeo: «No soy experto en cámaras de vigilancia, pero estas parece que lo que hacen es controlar las matrículas de los coches que entran; sé que el país está lleno de cámaras, pero no sé por qué tengo tantas alrededor de mi casa». Lo más sorprendente es que la policía de Norfolk no se hace responsable de su colocación. «No sabíamos que hubiera cámaras allí», indicó un portavoz de la policía.

Vida privada

En los cinco minutos que dura el vídeo, titulado Arresto domiciliario, se pueden ver momentos de la vida de Assange. Por ejemplo, cómo personal de la firma Serco le pone una pulsera electrónica en su tobillo y comprueba las cajas que controlan la pulsera. Los trabajadores le piden a Assange que detenga la filmación, a lo que el australiano les pregunta: «¿De qué tiene miedo vuestra compañía?». También se puede ver a Assange camino de la comisaría donde tiene que firmar cada día. La agencia pro derechos civiles Big Brother Watch indicó ayer que las cámaras deberían de ser retiradas, pues Assange no ha sido acusado de ningún crimen y la videovigilancia viola su vida privada. Hamilton resume en un comunicado emitido con el vídeo que a Assange «lo están tratando como a un animal enjaulado».