Cameron admite errores en la reforma de la sanidad, tachada de semiprivatización

Imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El plan presentado en abril era tan radical que recibió la oposición de la mayoría de los diputados liberaldemócratas.

15 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tras estudiar las recomendaciones del NHS Forum, el primer ministro británico, David Cameron, se vio obligado ayer a reconocer que muchas de las medidas recogidas en el proyecto de reforma de la sanidad pública son «erróneas», por lo que su Gobierno está preparado para aplicar «sustanciales cambios». Gran parte del sector médico y de la sociedad británica identifican su reforma como una semiprivatización encubierta.

El plan presentado en abril era tan radical que recibió la oposición de la mayoría de los diputados liberaldemócratas.

Las principales críticas se han centrado en la entrada del sector privado y la transferencia prevista de la gestión del presupuesto de sanidad a consorcios de médicos de cabecera. «El proyecto de ley se corregirá para declarar que la principal labor de Monitor [un regulador económico para favorecer la competencia entre suministradores], no será el de promover la competencia. Solo ocurrirá cuando sea por el bien de los pacientes», explicó Cameron, y agregó que «los nuevos consorcios liderados por los médicos de cabecera», diseñados para controlar alrededor del 65 % del presupuesto de sanidad, «estarán abiertos a otros profesionales de la salud».

Recortes militares

Otro sector que ha mostrado su descontento, esta vez por los fuertes recortes, es el militar. Ayer, el jefe del Estado Mayor, sir David Richard, se vio obligado a llamar al orden al almirante sir Mark Stanhope, comandante en jefe de la Royal Navy. Este había dicho que tras los recortes aplicados, «la Royal Navy no podrá mantener sus operaciones en Libia durante otros tres meses». Sir David respondió diciendo que las Fuerzas Armadas aguantarán «durante el tiempo que sea necesario».

Existe la impresión entre los oficiales de que los recortes han causado daños irreparables en la capacidad del país para defenderse contra una amplia gama de amenazas, desde la protección marítima de largo alcance y el rescate marítimo hasta el apoyo a los submarinos nucleares balísticos clase Vanguard. Otra crítica llegó del comandante Sandy Woodward, que lideró la flota británica en la guerra de las Malvinas, de las que dijo que ahora «están peligrosamente cerca de ser indefendibles».