El primado católico defiende al Gobierno británico del ataque de su colega anglicano

EFE

INTERNACIONAL

En un artículo que publica hoy el semanario New Statesman, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, acusa al Gobierno de proyectar reformas radicales en los sectores de la salud y la educación «por las que nadie votó».

10 jun 2011 . Actualizado a las 21:34 h.

El arzobispo y primado católico de Inglaterra y Gales, Vincent Nichols, ha salido en defensa del Gobierno de David Cameron frente a los ataques de su colega anglicano, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, a la política de los «tories».

En un artículo que publica hoy el semanario New Statesman, Williams acusa al Gobierno de proyectar reformas radicales en los sectores de la salud y la educación «por las que nadie votó», a la vez que critica la idea de Gran Sociedad pregonada por Cameron, que califica de idea «rancia».

La idea de Gran Sociedad consiste en comprometer a organizaciones no gubernamentales o a grupos de voluntarios en la realización muchas tareas sociales de que se ha encargado tradicionalmente el Estado sin que, según sus críticos, ése ponga los medios económicos suficientes.

En su ataque sin precedentes, el arzobispo señala en un editorial de la revista que la gente está preocupada ante la posibilidad de que el Gobierno abandone la responsabilidad que tiene de combatir la pobreza infantil, el analfabetismo y facilitar el acceso de todos a la mejor educación posible.

Frente a esos ataques sin precedentes, el primado católico y arzobispo de Westminster negó que el plan «tory» de animar al voluntariado y a las ONG sea una simple tapadera de los recortes del gasto público.

Nichols se refirió el jueves a un sondeo organizado el pasado 6 de abril entre los participantes en un congreso de la Iglesia católica en la que la mayoría de los participantes respondieron negativamente cuando se les preguntó si creían que la Gran Sociedad era un simple pretexto.

La mayoría era de la opinión que ese proyecto respondía a una «agenda moral» de Cameron, dijo el primado católico, que recordó que también algunos diputados laboristas que asistieron a la reunión expresaron su apoyo al proyecto de reformas de Cameron.

El primer ministro, que se encontraba ayer en Belfast, dijo que él no estaba entre quienes sostienen que la Iglesia no debe meterse en política, pero agregó que en esa ocasión estaba «en profundo desacuerdo con muchas de las opiniones expresadas (por el arzobispo) sobre todo en lo referente a la deuda, la asistencia social y la educación».

«Estoy absolutamente convencido, explicó el político tory, de que nuestra política consiste en dar a las personas mayor responsabilidad y más oportunidades en sus vidas, y es algo que defenderé con energía».

El predecesor de Williams y hoy miembro de la Cámara de los Lores, lord Carey, se distanció también de ése al apoyar la política de educación del Gobierno conservador porque dará «mayor libertad a las escuelas religiosas a la hora de instalar su ética y sus valores».

El tabloide conservador Daily Mail critica hoy al arzobispo, que está al frente de una comunidad mundial de 70 millones de fieles, por haber aceptado la oferta de un semanario de izquierda como es el New Statesman de dirigir el número de esta semana y escribir además un artículo editorial.

Un precedente es el informe que publicó la Iglesia anglicana en 1985 titulado «La Fe en la Ciudad», que enojó a la entonces primera ministra conservadora Margaret Thatcher porque denunciaba el impacto negativo de la política económica de los «tories» en las ciudades inglesas aunque sin llegar a una crítica tan radical como la expresada ahora por el arzobispo de Canterbury.