España se compromete a seguir en Libia hasta la salida de Gadafi

Mateo Balín MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Reconoce al consejo de los rebeldes como único interlocutor legítimo

09 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

España se comprometió ayer a continuar en la misión de Libia hasta que Muamar el Gadafi abandone el poder. La ministra de Defensa, Carme Chacón, anunció en Bruselas, durante una reunión de la OTAN, que mañana llevará al Consejo de Ministros una prórroga indefinida de la presencia del contingente español, que contribuye con medios aéreos y navales y 500 militares. Los aliados estiman que los objetivos estarán cumplidos en un plazo de tres meses y aseguran que «ha llegado el momento de planificar el día después del conflicto».

El anuncio de Chacón era esperado, ya que la OTAN había comunicado la decisión de extender otros 90 días la operación. De la misma forma, en la mente del Gobierno español siempre ha estado la idea de continuar en Libia hasta que se logre la meta final: conseguir la renuncia de Gadafi y que sea reemplazado por el Consejo Nacional de Transición (CNT), al que consideran representante legítimo del pueblo.

Precisamente, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, viajó ayer a la capital rebelde, Bengasi, para reunirse con el líder del CNT, Mustafá Abdul Jalil, al que transmitió el respaldo del Gobierno. Jiménez recordó que España contribuye con ayuda humanitaria valorada en unos cinco millones de euros y apoya las labores de repatriación de los inmigrantes atrapados en Túnez.

Autorización previa

La prórroga indefinida de la misión norteafricana llega después de que el Congreso autorizase en dos ocasiones la ampliación de la operación, que arrancó el 19 de marzo al amparo de una resolución de la ONU.

Tras su paso por el Consejo de Ministros, Defensa tiene previsto llevar la votación al Parlamento entre el 20 y el 25 de junio.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, reclamó a los aliados una mayor contribución operativa, ya que el peso de la ofensiva lo llevan sobre todo el Reino Unido y Francia. Su petición, sin embargo, encontró poco eco, e incluso algunos países piensan reducir su contribución.