«Indignados» en Turquía levantan un campamento en la plaza Taksim

EFE

INTERNACIONAL

Los jóvenes turcos se manifiestan en Estambul, a imagen del movimiento 15-M español, a cuatro día de las elecciones generales.

08 jun 2011 . Actualizado a las 23:50 h.

El movimiento de los «indignados» llega también a Turquía donde, ante la falta de perspectivas, los jóvenes han levantado un campamento de protesta en la plaza, Taksim, la principal de Estambul, a solo cuatro días de las elecciones generales. A imagen del movimiento 15-M español, la plataforma «Gençler Medyana» (Los jóvenes a la plaza) ha convocado inicialmente a un centenar de manifestantes bajo el lema: «En Túnez, en Tahrir, en Madrid y ahora en Estambul».

«Desde hace tiempo vemos como, cada año, se incrementa el desempleo. En mi familia, en mi entorno, en mi barrio... hay parados», denuncia Merve, una estudiante de Económicas de 20 años. «Estudiamos en la universidad, luego nos obligan a gastar dinero en cursos y másteres, pero eso no te garantiza nada», añade. Un amigo suyo que, además de la licenciatura universitaria, acumula 16 certificados (en cursos, especializaciones e idiomas) «sigue sin conseguir trabajo», pone como ejemplo. «Nuestro futuro es incierto», se lamenta. Pero algo tiene claro, en las elecciones del próximo domingo no votará por ninguno de los grandes partidos, sino por un candidato independiente.

Mehmet, estudiante de Derecho, critica que a la dificultad de las oposiciones se añaden los escándalos del último año en los que, presuntamente, academias privadas cercanas al gobierno suministraron a sus alumnos las respuestas de los exámenes.

A pesar de que la economía en Turquía crece por encima de los niveles europeos (8,9 %), el desempleo oficial es del 14,4 %, aunque los «indignados» turcos calculan que realmente afecta al 30 % de los jóvenes. Además, les afecta especialmente la precariedad del empleo, en un país en el que el 40% de los trabajadores no tiene contrato.

«España, mira, Estambul también se anima»

Algunos de los presentes hoy en Taksim ya habían participado en las manifestaciones que organizaron los españoles en Estambul, especialmente estudiantes de Erasmus para apoyar al movimiento 15-M. «Nos contactaron por Facebook y dijeron que estaban intentando organizar una protesta similar», explica Miguel León mientras sostiene una pancarta con el lema: «España, mira, Estambul también se anima». «Turquía va en la misma dirección que España. El Gobierno hace como si la crisis no fuera con él y la economía se centra en la construcción», considera León.

Un mártir y protestas contra la censura

Al igual que Túnez, los turcos también tienen a su propio mártir: Metin Lokumcu, un profesor de la ciudad nororiental de Hopa que falleció la pasada semana víctima de los gases lacrimógenos cuando la policía reprimió una protesta contra un mitin electoral del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. Las pancartas de los acampados en Taksim, además, exigen la abolición del Consejo de la Educación Superior (YÖK), institución impuesta durante la dictadura militar (1980-83) que regula la enseñanza universitaria. Otros jóvenes portaban pancartas contra la censura en internet, ya que en Turquía hay más de 13.000 páginas de internet inhabilitadas y el ejecutivo de Erdogan pretende imponer diversos filtros el próximo agosto con la supuesta intención de proteger a los menores. Esto ha atraído la atención del grupo internacional de ciberactivistas Anonymous, que ha amenazado al gobierno turco con atacar sus páginas web si no pone fin a la censura.

Jóvenes y desempleados

Los acampados eran sólo una veintena a mediodía de hoy, pero poco a poco y a pesar del intenso calor se fueron sumando más estudiantes se fueron sumando hasta llegar al centenar. También un grupo de unos 30 profesores desempleados, desde laicos a mujeres con velo, organizados espontáneamente a través de las redes sociales, decidieron unirse a los acampados en la famosa plaza. «En Turquía somos 300.000 los profesores que hemos aprobado las oposiciones, pero no nos dan destino», explica Omur, uno de los desempleados.

La policía observaba vigilante a los manifestantes y parecía no tener órdenes de actuar si el grupo no crece demasiado, a pesar de que la protesta carecía de permiso. Está previsto que la acampada se prolongue hasta el sábado próximo. «Queremos que el fuego que arde en España prenda también en Turquía», afirma Merve.