El centroderecha se acerca a la mayoría y pide un cambio como el del 22-M en España

La Voz

INTERNACIONAL

01 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las encuestas publicadas ayer en Portugal, las últimas antes de las elecciones del próximo domingo, sitúan a la coalición de centroderecha (PSP y CDS-PP) al borde de la mayoría absoluta, y 4,7 puntos por delante del Partido Socialista (PS).

Los sondeos otorgan al socialdemócrata Passos Coelho (PSD) el 37 % de los votos (la pasada semana el porcentaje era del 35,8 %); mientras que el partido en el poder que lidera el socialista José Sócrates cae dos puntos respecto a la última encuesta y se queda con un 32,3 % de los sufragios.

Este resultado, en la práctica, no dejaría de ser un empate técnico, si no fuera porque la alianza del PSD con el partido de centro (CDS-PP) se da ya por sentada, y esta, que es la tercera fuerza política del país, también ha mejorado sus resultados en las últimas encuestas, que le pronostican el 12,7 % de los votos. Ante estos buenos augurios, el candidato Paulo Portas, descendiente de gallegos, no ocultaba ayer su euforia: «Mis padres dirían que este es mi mejor momento», afirmó en Aveiro.

Tragedia griega

En tono triunfalista, el candidato Passos Coelho habla ya en sus mítines de victoria, y pone como ejemplo el triunfo de la derecha en las elecciones españolas del pasado 22 de mayo. «Tenemos que cambiar como en España. Porque sin ese cambio, la tragedia griega puede tener una versión portuguesa», declaró en Viana.

La presencia de los inspectores del FMI en Lisboa desde el lunes ha derivado la campaña hacia el terreno económico, de forma que todas las propuestas lanzadas en las últimas horas se orientaron hacia ahí. Por ejemplo, Passos Coelho se decantó ayer por la necesidad de ligar los salarios a la productividad para garantizar la competitividad del país.

¿Y qué hizo el candidato socialista? Pues todo lo contrario. Consciente de su bajada en las encuestas, Sócrates se puso del lado del pueblo y se manifestó «contrario a pedir más sacrificios económicos a los portugueses». Tiró de vena populista y afirmó: «Quien elige Gobierno son los portugueses, no la Troika». Como ya no hay más encuestas, habrá que esperar al domingo para conocer el impacto de este compromiso difícil de cumplir.