Renuncia general al tren de alta velocidad y a la regionalización

La Voz

INTERNACIONAL

29 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En un país en el que los partidos políticos territoriales están prohibidos, es el ala más izquierdista del arco parlamentario la que asume las reivindicaciones zonales. El Partido Comunista Portugués lo hace sobre todo con sus feudos más fieles de Évora, Beja y Setúbal. El trotskista Bloco de Esquerda extiende sobre todo su influencia sobre las generaciones más jóvenes de las grandes ciudades. Pero ambas formaciones encaran estas elecciones con expectativas inferiores a las de hace dos años, tras haber protagonizado sus dos líderes, el comunista Jerónimo de Sousa y el bloquista Francisco Louçã, los más fuertes ataques al Gobierno de José Sócrates y sendas mociones de censura, que originaron un notable desgaste entre sus filas. Ambas formaciones son las que ahora defienden con más fuerza la construcción del tren de alta velocidad (TGV), que además de unir Lisboa con Oporto, lo debería hacer por el norte con Galicia y en el centro con Madrid. El ajuste económico ha hecho sin embargo que el PS haya borrado el proyecto de su programa electoral, lo que el PSD ya hizo en la campaña de hace dos años. Lo mismo ha ocurrido con la regionalización del país, ante el temor de que dispare los costes administrativos.