Serbia entrega a Ratko Mladic

p. Glachant, I. Domínguez BELGRADO, BRUSELAS / AGENCIAS

INTERNACIONAL

El arresto del prófugo más buscado de Europa despeja el camino de Belgrado hacia la UE

27 may 2011 . Actualizado a las 09:29 h.

«Hemos limpiado una mancha de nuestra historia». Con esta frase, el presidente de Serbia, Boris Tadic, anunciaba ayer la captura del prófugo más buscado en Europa: el general serbobosnio Ratko Mladic, el carnicero de Srebrenica, acusado de 15 cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad durante el conflicto de Bosnia (1992-95), entre ellos el genocidio. Esta detención es la llave que puede abrir a Serbia las puertas de la UE, pues era la condición que bloqueaba su entrada desde hace años. Lo dijo ayer expresamente Tadic, y recibió réplicas amistosas desde Bruselas por parte del comisario de Ampliación, Stefan Fülle, y de la jefa de la diplomacia, Catherine Ashton.

Mladic, que en un plazo de una semana a diez días será entregado al Tribunal Penal de La Haya para los crímenes de la antigua Yugoslavia (TPIY), era fugitivo desde hace 16 años, pero buscado desde bastante menos. Solo la caída de Milosevic en el 2001 empezó a causarle problemas y hasta el 2005 cobró la pensión del Ejército. Los servicios secretos admitieron que había vivido hasta el 2002 en su casa de Belgrado y que a veces se ocultaba en instalaciones militares. El viejo régimen aún infiltrado en las estructuras de poder lo ha protegido hasta que se ha quedado sin apoyos.

Como siempre se ha sospechado, el ex general, de 69 años, estaba en suelo serbio. En una casa de campo amarilla de un familiar en Lazarevo, un pueblo de 3.000 habitantes a 80 kilómetros al norte de Belgrado. Naturalmente, allí nadie reconocía haberlo visto antes, pero no es raro, los sondeos siempre reflejan un alto porcentaje de serbios que nunca lo delatarían.

Algunos vecinos insultaron a los periodistas. Sin embargo, esta vez parece que lo descubrió una llamada anónima.

Sin oponer resistencia

Fue detenido al alba por agentes de los servicios de inteligencia serbia, con la colaboración de EE.UU. y el Reino Unido y, según las autoridades bosnias, también con su ayuda. Con todo, ese lugar ya había sido señalado hace un año por una revista bosnia como el escondrijo del criminal. No se sabe si hay otros detenidos y ayer había pocos detalles de la operación. Según el diario Blic, Mladic habría sufrido un infarto cerebral y tiene inmovilizada una mano. Usaría el seudónimo de Milorad Komadic, al parecer una simple alteración de las letras de su nombre para poder memorizarlo mejor. No llevaba ningún tipo de disfraz o barba, a diferencia de Radovan Karadzic, y no opuso resistencia.

«¿Por qué no fue arrestado hace cinco años? Lo descubriremos», aseguró ayer Tadic, prometiendo que buscará a «quienes lo han ayudado a esconderse todos estos años, también entre los miembros del Gobierno». No obstante, dijo que «todos los criminales» deben ser detenidos, en referencia a las investigaciones sobre supuestos crímenes de guerra que salpican al primer ministro de Kosovo, Hashim Thaçi.

El acercamiento a Europa impuesto por Tadic dio el primer paso en el 2008 con la detención de Karadzic. Hace solo mes y medio, el Parlamento aprobó por primera vez una condena de la masacre de Srebrenica, aunque solo por dos votos. Son avances simbólicos, que no es poco, como el incremento de la recompensa por Mladic de un millón de euros a diez, que tal vez al final haya sido eficaz. Solo queda un fugitivo: el serbocroata Goran Hadzic.