Obama se resiste a que Europa y EE.UU. cedan el liderazgo mundial

Imanol Allende LONDRES / CORREPONSAL

INTERNACIONAL

Afianzó la alianza durante su discurso en el Parlamento de Westminster

26 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El presidente Barack Obama reafirmó ayer en el histórico Westminster Hall la alianza «indispensable» entre Estados Unidos y Europa, negándose a aceptar que la creciente influencia de las potencias emergentes acarreen el «declive» de la influencia de Occidente. El mensaje que dejó fue claro: aún cuando la competencia sea dura, Europa y EE.UU. mantendrán inquebrantable su relación especial y no abandonarán su papel de liderazgo mundial de forma voluntaria.

Obama era consciente del honor que suponía ser el primer presidente de EE.UU. en dirigirse a las dos Cámaras, lores y los comunes, en Westminster Hall, un edificio de 900 años de antigüedad que calificó como «la madre de las democracias». Un honor que solo comparte con Charles de Gaulle, Nelson Mandela o el papa Benedicto XVI.

Dudas resueltas

Había mucha expectación ante el discurso. Iban a ser 35 minutos en los que podía variar la interpretación sobre las relaciones internacionales en un momento en el que Europa teme que EE.UU. reoriente su política ante la creciente influencia de países emergentes como China, la India o Brasil. Obama optó por tranquilizar a los europeos. «La alianza [entre Europa y EE.UU.] seguirá siendo indispensable en nuestro objetivo de lograr un mundo más justo, próspero y pacífico», enfatizó Obama ante una audiencia entre la que se encontraban ex primeros ministros como Gordon Brown, Tony Blair o sir John Major. Aunque también dejó claro que para que ese liderazgo siga en pie será necesario afrontar los nuevos desafíos económicos y de seguridad.

Obama subrayó que tras una década difícil «que comenzó con guerra y terminó con recesión, nuestras naciones han llegado a un momento crucial» para demostrar la fuerza de la alianza. Tras hacer un repaso de los logros -los avances en estabilizar la economía, el inicio de la retirada de Irak, la transición en Afganistán y la muerte del líder de Al Qaida diez años después del 11-S- señaló que ahora hay que hacer «frente a grandes retos». Por ejemplo, la necesidad de apoyar a aquellos que están defendiendo la democracia en los países árabes.

Tuvo tiempo para hablar de las tensiones que vive Europa entre la defensa de la libertad y la llegada de inmigrantes. Acerca de la inmigración, Obama dijo: «El hijo de alguien nacido en una antigua colonia británica está frente a vosotros como presidente de Estados Unidos. Esto es lo que nos define», lo que desató una fuerte ovación entre los presentes en Westminster Hall.