Las autoridades Libias confirman la puesta en libertad del fotógrafo Manu Brabo

EFE

INTERNACIONAL

El fotógrafo español será acompañado por el encargado de negocios de la embajada española hasta Túnez, para que desde ahí emprenda regreso a España.

18 may 2011 . Actualizado a las 21:43 h.

El fotógrafo español Manu Brabo y sus otros tres compañeros (dos estadounidenses y un sudafricano) secuestrados desde el pasado cuatro de abril han sido puestos en libertad esta tarde según han afirmado las autoridades libias.

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, anunciaba que el fotógrafo asturiano Manu Brabo, retenido por el régimen libio, estaba

pendiente de «un mero trámite administrativo» para que fuera puesto en libertad «en las próximas horas».

En rueda de prensa en el Ministerio de Exteriores, Jiménez ha avanzado que ha hablado esta mañana con los familiares del fotógrafo, una vez concluido el proceso judicial contra él en Libia y confirmada su inminente liberación, «a más tardar en el día de mañana» (jueves).

Una vez hecha efectiva la puesta en libertad, el encargado de negocios de la embajada española en Libia, Diego Ruiz, acompañará a Brabo hasta la frontera con Túnez, para que desde este país emprenda el regreso a España.

El fotógrafo fue retenido por las fuerzas leales a Muamar el Gadafi, junto con otros tres periodistas -dos estadounidenses y un sudafricano-, el pasado 5 de abril cuando viajaban en un automóvil en los alrededores de la ciudad de Brega, al este de Libia, para cubrir el conflicto armado con los rebeldes.

«Lo importante es que ya ha terminado el proceso, que se nos ha comunicado oficialmente que Manu Brabo va a ser liberado ya, en las próximas horas, y eso es lo que me importa destacar», ha manifestado Jiménez.

Una vez cumplimentados los trámites, Ruiz acompañará al fotógrafo en coche hasta la frontera de Túnez, donde le esperará el cónsul español.

La idea es que regrese a España desde Túnez o bien haciendo escala en alguna capital europea, ha explicado la ministra.

Ha confirmado que Brabo y los otros tres periodistas que estaban retenidos con él han sido condenados a un año de prisión por entrar de forma ilegal en el país, aunque no tendrán que cumplir esta pena salvo que reincidiesen.

El tribunal administrativo que les juzgó el pasado martes también les ha impuesto una sanción económica, de 200 dinares libios (unos 100 euros).

Jiménez ha apuntado que será el propio fotógrafo el que pueda explicar todos los detalles de su arresto en Trípoli.

Brabo, nacido en 1981, llegó a Libia como colaborador de la European Pressphoto Agency (EPA) para cubrir el conflicto.

La ministra ha agradecido a los padres del fotógrafo, Manuel Varela y Victoria Brabo, residentes en Gijón, la actitud mantenida desde que se supo que su hijo estaba retenido.

Exteriores optó por mantener la discreción en sus contactos, aunque manteniendo informados a los padres a diario.

Jiménez también ha agradecido la tarea de los medios de comunicación para que se pudiera trabajar con «tranquilidad».

Ha recordado que al conocerse que Brabo estaba en manos de la policía libia, se decidió enviar a Trípoli a Ruiz, el 'número dos' en la Embajada en Libia, para llevar a cabo las gestiones de forma «permanente y directa».

Esta intermediación permitió que los padres pudieran hablar con Brabo el pasado 23 de abril para conocer de su propia voz que estaba bien.

El fotógrafo estuvo durante varias semanas en una prisión militar y en los últimos días fue trasladado a una casa bajo vigilancia, donde recibió una visita de Ruiz y adonde le hizo llegar algunos artículos de primera necesidad.

Jiménez ha destacado la labor de este diplomático y la «comunicación indirecta» que logró mantener para comprobar que Brabo «estaba bien, tranquilo y bien atendido».

Los contactos del diplomático español con las autoridades libias se hicieron a través de la oficina del jefe del Gobierno y del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Ruiz permanecerá en Trípoli, aunque España viene defendiendo desde el comienzo del conflicto que Gadafi debe abandonar el poder.

Jiménez ha aclarado que el Gobierno español seguirá manteniendo en cierto modo el contacto con el régimen gadafista, puesto que permanece abierta la embajada en Trípoli.

España también ha enviado un representante diplomático a Bengasi, la capital controlada por los rebeldes al este del país.

Jiménez ha asegurado que no habrá por ahora un reconocimiento oficial del consejo que agrupa a los insurgentes, ya que -ha precisado- España entabla o rompe relaciones diplomáticas con Estados, no con gobiernos.