La Eurocámara quiere frenar a Barroso para mantener Schengen

mercedes lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Berlín ve lagunas en el tratado y critica que Italia no controle sus fronteras

11 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los principales grupos parlamentarios de la Eurocámara intentan que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, dé marcha atrás en su propuesta y no ceda a la pretensión de Francia e Italia de reformar el Tratado Schengen sobre las fronteras en la UE.

Barroso negó ayer en el Europarlamento que haya cedido a esas presiones «xenófobas y populistas», al tiempo que defendió la recuperación de las fronteras nacionales en casos especiales, como la llegada masiva de inmigrantes, siguiendo la petición italofrancesa. A esa reclamación se sumó ayer Alemania.

Después de matizar que el principio de la libre circulación en la UE no debe cuestionarse, el ministro del Interior germano, Hans Peter Friedich, en declaraciones al diario conservador francés Le Figaro, elogió las peticiones galas alegando que el Tratado de Schengen tiene una laguna: «No prevé qué se debe hacer cuando un país no cumple con su obligación de proteger las fronteras exteriores», en clara alusión a Italia. A este país llegaron 25.000 inmigrantes tunecinos desde enero, cuando estallaron las revueltas en África.

Friedich incidió en que Italia «no tiene ninguna razón para quejarse de la falta de solidaridad» europea. Miles de esos inmigrantes se fueron a otros países, dijo, y «solidaridad implica también que se cumplan las obligaciones propias», en alusión al control fronterizo. Y todavía tenía reservado otro dardo para Italia. El año pasado, Alemania acogió a 40.000 solicitantes de asilo, e Italia tiene capacidad para acoger sin dificultad a 12.000, dijo.

También el presidente de la CE entiende que la vuelta a las fronteras no erosiona la libre circulación de personas, sino que la fortalece. Y alegó que el cambio en el tratado es solo para «corregir los fallos».

Pero sus palabras no convencieron a los eurodiputados. Tanto el grupo socialista como el liberal y el de la izquierda unitaria no comparten como solución a la llegada de inmigrantes a un país miembro el cierre temporal de fronteras. También el presidente de la comisión de Interior, Justicia y Libertades Civiles de la Eurocámara, el español López Aguilar, se opone a la modificación del Tratado de Schengen, porque la solución pasa por «reforzar la gestión común de fronteras».

Mañana, los ministros de Interior comunitarios estudiarán la propuesta con la comisaria Malmstrom, pero la decisión esperará a la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de junio. Luego tendrán que aclarar cuándo se considerará masiva la llegada de inmigrantes y qué tiempo se cerrarán las fronteras.