Los británicos deciden si cambian el sistema electoral que no gusta a Clegg

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

En Inglaterra también se eligen concejales en 279 ayuntamientos.

05 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Todo indica que los británicos con derecho a voto decidirán continuar con el actual modelo electoral, sistema «el primero que llega, gana», o de mayoría relativa, que otorga el escaño al candidato más votado en cada circunscripción aunque no tenga la mayoría. Además de ese referendo, los escoceses eligen su Parlamento, y los galeses y norirlandeses, sus asambleas. En Inglaterra también se eligen concejales en 279 ayuntamientos.

Según los sondeos, un 66% de los británicos no quieren cambiar el actual sistema electoral y solo un 34% desearían adoptar el sistema llamado de voto alternativo, que permite a los votantes ordenar a los candidatos de acuerdo con su preferencia. Si ninguno obtiene la mayoría, se van teniendo en cuenta las preferencias de los candidatos eliminados hasta que alguien obtiene la mayoría.

El referendo, que apenas ha suscitado interés entre los británicos, ha enfrentado abiertamente al Gobierno de coalición. Así, el Partido Conservador, del primer ministro, David Cameron, se opone al cambio, y por otra, el Partido Liberal Demócrata, del viceprimer ministro, Nick Clegg, es defensor del cambio hacia el sistema alternativo que les permitiría alcanzar el poder. El sistema de mayoría relativa favorece a las dos principales formaciones políticas, pero Clegg logró de Cameron la convocatoria de la consulta popular sobre el sistema electoral a cambio de ofrecerle su apoyo hace un año para formar Gobierno.

Los laboristas se han dividido entre los del sur de Inglaterra, más proclives a aceptar un justo sistema que permite a más formaciones aspirar al poder, y los del norte del país, que ven que el cambio haría peligrar muchas de sus circunscripciones.

Las otras elecciones importantes del día serán las del Parlamento de Escocia, en las que las encuestas dan una victoria al Partido Nacionalista Escocés (SNP), con un 42%, seguido por el Partido Laborista, con un 34%, formación que ahora sube tras la debacle en Escocia durante la última etapa de Gobierno de Tony Blair.