La ONU se retira de Trípoli tras los ataques a sus sedes y a embajadas

maría signo, imanol allende ROMA, LONDRES / CORRESPONSALES

INTERNACIONAL

Londres expulsa al representante libio, y Roma está en alerta por amenazas de Gadafi

02 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El aumento de la violencia y la inseguridad en la capital libia, Trípoli, tras el ataque de la OTAN el sábado, que mató a un hijo de Muamar el Gadafi y a tres nietos, y el posterior asalto por parte de simpatizantes del régimen a varias embajadas europeas y edificios de la ONU, ha llevado a este organismo a trasladar a sus trabajadores internacionales a Túnez.

Los doce empleados internacionales de la ONU en Trípoli cruzaron a Túnez, desde donde «seguirán supervisando» la situación en Libia, indicó la portavoz, Stephanie Bunker.

Entre las embajadas incendiadas ayer en Trípoli están las de Italia y Gran Bretaña. Italia, de socio comercial y amigo privilegiado para Libia, se ha convertido en enemigo al que el coronel Muamar el Gadafi, durante un discurso, dirigió duras amenazas. Además de afirmar: «Entre nosotros e Italia hay una guerra abierta», justificó que los jóvenes libios «quieran llevar la guerra a ese país». El coronel reprochó a Italia la ruptura del acuerdo de amistad firmado en el 2008 con Silvio Berlusconi. «¿Dónde está mi amigo Berlusconi? Me pidió perdón por los horrores del colonialismo y hoy repite la invasión de Libia. Hoy, como ayer, Italia tiene la misma política fascista y colonial».

Como prueba de la tensión, ayer fue atacada la Embajada italiana en Libia, aunque también la británica y la residencia de su embajador. Esta legación fue asaltada por una multitud y quemada, lo que fue calificado por el Foreign Office como ataque simbólico, ya que Londres retiró a su embajador en Trípoli al inicio del conflicto. El Gobierno británico reaccionó al ataque ordenando la expulsión del embajador libio de Londres, Omar Jelban, según aseguró el ministro de Exteriores, William Hague. También el Ejecutivo italiano condenó los «ataques vandálicos», y reprochó a Gadafi la falta de protección a las delegaciones diplomáticas.

La preocupación de Italia es grande y el Gobierno ha intensificado los controles de seguridad. Así lo anunció el ministro de Interior, Roberto Maroni, durante un acto de su partido, la Liga Norte. «Sabemos de la presencia en Italia de varios miles de ciudadanos libios llegados en los últimos años y mandados por el régimen para acudir a la universidad y desarrollar actividades comerciales y empresariales», explicó mientras aseguraba que los servicios secretos «no infravaloran la amenaza» de Gadafi.

La OTAN se unió a las críticas contra las amenazas emitidas por Libia a Italia. Su jefe, Anders Fogh Rasmussen, condenó las palabras de Gadafi rechazando «cualquier amenaza que se haga a Italia o a otro país miembro de la Alianza. Los aliados de la OTAN y sus socios están unidos y darán continuidad a su misión para hacer respetar la resolución 1973 de la ONU», dijo.

«Berlusconi me pidió perdón por los horrores del colonialismo y hoy repite la invasión» Muamar el Gadafi