Los rebeldes rechazan la mediación africana porque no prevé la salida de Gadafi
INTERNACIONAL
La OTAN pone en duda que Trípoli llegue a respetar el alto el fuego
12 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La rebelión libia rechazó ayer el alto el fuego propuesto por la Unión Africana (UA) y se declaró opuesto a toda mediación que no prevea la renuncia de Muamar el Gadafi. «La iniciativa presentada está desfasada. El pueblo reclama la partida de Gadafi y de sus hijos. Cualquier iniciativa que no tenga en cuenta esta demanda no es digna de consideración», anunció Mustafá Abdeljalil, presidente del Consejo Nacional de Transición, en rueda de prensa en Bengasi, poco después de que la delegación africana presentase la hoja de ruta aceptada la víspera por el líder libio.
La delegación -integrada por los presidentes de Sudáfrica, Mali, Mauritania y Congo, y por el ministro de Exteriores de Uganda- fue recibida en el aeropuerto por cientos de personas y posteriormente trasladada en coches diplomáticos con la inscripción «Libia libre» en las matrículas hasta el hotel Tibesti, frente al que 3.000 personas gritaron «Vete Gadafi». «Queremos que Gadafi y su familia dimitan y que sean todos juzgados», declaró Azza Huseín, una manifestante. «Está fuera de lugar negociar con Gadafi y su familia», agregó otro opositor, Suleiman Salé.
El domingo, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, anunció ante la prensa que Gadafi había aceptado la hoja de ruta «que le hemos presentado». Esa hoja de ruta prevé el cese inmediato de las hostilidades, el envío de ayuda humanitaria a la población y el lanzamiento de un diálogo entre las partes libias en vistas a un período de transición. Sin embargo, no incluye la marcha de Gadafi, una cuestión esencial para los rebeldes, y también para la coalición internacional. Antes de sentarse a negociar, los rebeldes exigen además el retorno a los cuarteles de las tropas gadafistas y la liberación de varios cientos de desaparecidos, probablemente detenidos, desde el inicio de la revuelta contra el coronel a mediados de febrero.
Dudas y críticas
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, puso en duda la supuesta disposición del líder libio a una tregua. Afirmó que «todo alto el fuego debe ser creíble y verificable» y recordó que las tropas de Gadafi «se esconden cerca de escuelas y mezquitas», lo que además de ser «altamente irresponsable» justifica aún más «fijar mecanismos de control y verificación de un alto el fuego».
Los ministros de Exteriores italiano, Franco Frattini, y británico, William Hague, fueron críticos con el plan, aunque elogiaron la iniciativa de la UA, al descartar un futuro para Libia en el que participe Gadafi. Su homóloga de EE.UU., Hillary Clinton, no quiso valorar la propuesta mediadora, pero reiteró que «Gadafi debe abandonar el poder y Libia».