París y Roma liman sus roces sobre inmigración y pactan patrullar juntos la costa tunecina

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

09 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tras un tira y afloja sobre la política a seguir ante el problema de la avalancha de inmigrantes procedentes del norte de África, Francia e Italia llegaron ayer a un acuerdo en la reunión que los ministros de Interior italiano y galo, Roberto Maroni y Claude Géant, respectivamente, mantuvieron en Milán.

Los dos países patrullarán de manera conjunta las costas de Túnez, país del que vienen la mayoría de los inmigrantes, para bloquear la salida de las barcazas. Además, Francia aceptó la propuesta de crear un grupo de trabajo que defina iniciativas y estudie «programas de repatriación en base a la voluntad del interesado o cuando termine el permiso de residencia».

«El problema migratorio es un problema europeo», señaló el ministro italiano.

Sobre los permisos de residencia temporales que Roma anunció que concederá a los tunecinos, ambos países llegaron a un acuerdo «basado en el cumplimiento del tratado de Schengen». Géant precisó que el permiso concedido por Italia «permite la libre circulación, pero tiene límites y condiciones definidas por el tratado». Así, los tunecinos que deseen entrar en Francia tendrán que llevar un pasaporte válido y una cantidad de dinero.

La llegada de miles de inmigrantes de Túnez a las costas italianas y el intento de muchos de pasar a Francia, ha provocado una disputa entre los dos países, ya que París teme una oleada de inmigrantes. Este será uno de los temas que tratarán en la reunión del día 26 en Roma Silvio Berlusconi y Nicolas Sarkozy.

Por su parte, Cáritas manifestó su preocupación por el control de las patrullas conjuntas y señaló la importancia de que se hagan «respetando el derecho internacional y que no se llegue a rechazos de los inmigrantes en medio del mar».