Arabia Saudí ha acusado a Irán de injerencia en los asuntos de los países árabes del Golfo en reacción a una declaración iraní que reprochaba a Riad «jugar con fuego» por el envío de tropas a Bahréin. «La declaración iraní ignora adrede las injerencias de Irán en los asuntos de los países de la región y las violaciones de su independencia y de su soberanía», declaró un portavoz saudí a la agencia oficial Spa.
El jueves, el Parlamento iraní pidió la retirada de las fuerzas saudíes de Bahréin y acusó a Riad de «jugar con fuego». En respuesta, el portavoz saudí acusó a Teherán de «alimentar las tensiones y de no respetar las reglas de buena vecindad, como en el caso de Kuwait, donde se encontró una red de espionaje vinculada a círculos iraníes oficiales».
Los iraníes «ignoran que no tienen derecho a violar la soberanía de Bahréin, de meter las narices en los asuntos de los países del Golfo y de negar a este país la posibilidad de recurrir a la Fuerza del Escudo de la Península», afirmó el portavoz.
Arabia Saudí envió tropas a Bahréin para contener la revuelta chií en la pequeña monarquía suní. Kuwait expulsó el jueves a diplomáticos iraníes acusados de haber conspirado contra la seguridad del emirato petrolero. Ante la situación, los ministros de Exteriores del Golfo se reunirán hoy en Riad. El grupo está integrado por Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.
Yemen
Según DPA, miles de personas, a favor y en contra del Gobierno en Yemen, salieron ayer a las calles de la capital, Saná, mientras el presidente Saleh acusaba a la oposición de los disturbios.
Los defensores del mandatario, que lleva ya más de tres décadas en el poder, se manifestaron en la plaza Tahrir, mientras que los detractores prosiguieron con su sentada en la plaza Taghyeer.