Solo la mitad de los ciudadanos están llamados a renovar sus consejeros generales
19 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Derecha e izquierda coinciden en prever una abstención masiva en las elecciones cantonales de mañana en Francia, que algunos quieren ver como el ensayo general antes de las presidenciales del 2012. Solo la mitad de los ciudadanos están llamados a renovar sus consejeros generales, un órgano representativo intermedio entre el consejo municipal y el regional que se ocupa del día a día en la gestión de servicios sociales, la educación, la cultura, las carreteras y los transportes públicos. La otra mitad fueron elegidos en el 2008.
La gran incógnita de esta cita con las urnas, que tendrá su segunda vuelta el domingo 27 y es el último escrutinio antes de las presidenciales del 2012, es el resultado del Frente Nacional. Marine Le Pen ha irrumpido con fuerza en los sondeos, que llegan a darle un 23% de intención de voto, superando incluso a Nicolas Sarkozy. La extrema derecha no tiene ni uno solo de los 2.000 puestos a renovar, mayoritariamente en manos de los socialistas. Sarkozy ha prohibido cualquier pacto con Le Pen.
Los líderes nacionales se han implicado escasamente en una campaña especialmente discreta. Ante la impopularidad del presidente de la República, más de un candidato conservador ha improvisado un partido «independiente» para no concurrir a la cita electoral bajo las siglas de la UMP de Sarkozy.