Dispersan una protesta en una mezquita siria durante la visita de Trinidad Jiménez

Damasco / efe

INTERNACIONAL

16 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La policía siria dispersó ayer a varias decenas de personas que se manifestaron cerca de la mezquita de los Omeyas, en el centro histórico de Damasco, en favor de más libertad, coincidiendo con la visita al templo de la ministra de Asuntos Exteriores española, Trinidad Jiménez.

Los manifestantes, que exhibían banderas nacionales y algunas pancartas reclamando más derechos y democracia para su país, llegaron a la plaza situada al lado de la mezquita una vez que la ministra y su comitiva estaban ya dentro. Al término del recorrido de Jiménez por el interior del edificio, los ciudadanos que protestaban habían sido ya desalojados del lugar por varios agentes de paisano, que los obligaron a irse a otra zona.

En ningún momento la ministra y la comitiva coincidieron con los manifestantes, entre los que había hombres, pero también una importante presencia de mujeres. La policía conminó a los fotógrafos que cubrían el acto de Jiménez a dejar de tomar imágenes de los manifestantes y grabar solo monumentos.

Algunos colectivos convocaron ayer a través de Internet una nueva jornada de la ira en distintos puntos de Siria. Los pocos actos de protesta convocados en las últimas semanas en Damasco apenas han tenido seguimiento.

El presidente sirio, Bachar al Asad, que sigue teniendo un amplio respaldo popular, ha hecho algunos gestos en las últimas semanas, como anunciar un plan de reformas económicas, decretar una amnistía para algunos presos y desbloquear los portales de Facebook y YouTube.

Reunión con Asad

Trinidad Jiménez abordó con detalle la situación en el mundo árabe, y en particular, de Libia, en su audiencia con el presidente Bachar al Asad, antes de una rueda de prensa con el ministro de Exteriores.

El encuentro duró hora y media y en él la ministra habló de forma «muy franca, directa y abierta» con Al Asad sobre la ventana de esperanza que se abre en la región a la vista de los precedentes de Egipto y Túnez.

Jiménez no dijo de forma expresa si Siria debería también acometer reformas en profundidad para convertirse en una verdadera democracia.