Cavaco abre su nuevo mandato pidiendo a Portugal que reaccione

Carlos Punzón
Carlos punzón REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El presidente luso anuncia que será más activo, aunque promete imparcialidad

10 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Portugal necesita imperiosamente reaccionar frente a la larga crisis que afecta al país y ayer el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, se mostró decidido a incitar a la sociedad lusa a que se movilice.

Abandonando su personal postura institucional, el jefe del Estado portugués hizo del discurso de toma de posesión de su segundo y último mandato una declaración de principios de lo que quiere que sea su presidencia hasta el 2016, que, a juicio de sus palabras, se caracterizará por la intervención constante y permanente que le permite la Constitución, incluso para vetar proyectos gubernamentales y leyes aprobadas por la Asamblea.

Cuando el país vivirá hoy una nueva moción de censura contra José Sócrates, con la que se pondrá en evidencia su inestabilidad política, aunque la iniciativa esté abocada a no prosperar, y la sombra de la intervención económica por parte de la Unión Europea y el FMI, Cavaco no dudó en apelar directamente a los jóvenes «para que hagan oír su voz». Declarada por él mismo como una «vibrante llamada», Cavaco Silva animó a la sociedad portuguesa a protagonizar «un sobresalto cívico», postura que no fue recibida con demasiado entusiasmo desde las filas del Partido Socialista (PS), al interpretar dicha llamada como la instigación a la crítica política hacia la acción gubernamental.

Las relaciones entre el presidente Cavaco y el primer ministro Sócrates se agriaron definitivamente en la campaña electoral de las legislativas del 2009, dudando abiertamente desde entonces el PS sobre la imparcialidad del jefe del Estado.

Enfrentamiento

Por ello, las palabras del presidente de la Asamblea de la República, Jaime Gama, tuvieron ayer un marcado tono de advertencia al pedir a Cavaco en su toma de posesión que el presidente de la República coopere más que nunca con el Ejecutivo y respete escrupulosamente su papel de árbitro de la política nacional. Sin embargo, Cavaco Silva, que sí prometió ser equidistante entre Gobierno y oposición, no dudó en recalcar que «Portugal vive una situación de emergencia económica y financiera que es ya, también, una situación de emergencia social», dijo. Ante todas las autoridades del Estado y bajo la lupa de los mercados internacionales que presionan a Portugal para que acepte la ayuda económica externa, Cavaco proclamó que el país vecino sufre un déficit externo «insostenible», visión que fue interpretada como el anticipo de la citada intervención exterior.

En medio de una creciente presión de la oposición encaminada a reclamar el adelanto de las elecciones, el PS, cuyos dirigentes se mostraron visiblemente disgustados durante todo el acto de ayer, marcará muy de cerca la acción presidencial para impedir que Cavaco favorezca a su partido, el PSD.