La OTAN amenaza a Gadafi con intervenir si sigue atacando civiles

S. Saheb Ettaba, m. mathes RAS LANUF, WASHINGTON / AFP, EFE

INTERNACIONAL

Vigila las 24 horas del día con sus aviones espía AWACS lo que sucede en Libia

08 mar 2011 . Actualizado a las 12:18 h.

La OTAN aseguró ayer que la comunidad internacional actuará si el régimen de Muamar el Gadafi continúa haciendo uso de la violencia contra la población civil de Libia, aunque dejó claro que la Alianza no iniciará ninguna acción sin el aval de las Naciones Unidas. También Barack Obama lanzó una advertencia a los colaboradores de Gadafi. «Tendrán que rendir cuentas por cualquier acto de violencia que ocurra», les dijo. Y añadió que las medidas que estudia la Alianza en Bruselas incluyen «potenciales opciones militares» para responder a la violencia. De momento, la OTAN decidió ayer ampliar a las 24 horas del día los vuelos de vigilancia AWACS de alerta temprana y de control sobre Libia, capaces de detectar actividades aéreas y movimientos en la superficie a larga distancia.

«Si Gadafi y sus fuerzas continúan atacando sistemáticamente a la población, la comunidad internacional simplemente no puede sentarse y mirar», advirtió el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, que consideró que la actuación de las autoridades libias puede incurrir en «crímenes contra la humanidad».

Los responsables militares aliados elaboran desde hace días planes sobre posibles escenarios de actuación. Uno es fijar una zona de exclusión aérea sobre Libia o el bloqueo naval para impedir la entrada de armas y mercenarios en el país.

Adhesión regional

El objetivo de la Alianza es estar lista para actuar «rápidamente» si se le solicita y si esa petición se acompaña de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que la respalde, señaló Rasmussen. De momento, ya ha mantenido contactos con el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping, y con el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa. Esta organización, según anunció ayer Francia, se ha pronunciado a favor de la creación de una zona de exclusión aérea para impedir los bombardeos de las fuerzas de Gadafi.

El jefe de la diplomacia de los Emiratos Árabes Unidos, jeque Abdalá ben Zayed, exhortó ayer, en nombre de las monarquías árabes del Golfo, al Consejo de Seguridad a que «intervenga para salvar al pueblo libio». La petición fue formulada en la reunión de cancilleres del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa a los Emiratos, Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, Omán y Bahréin.

La postura de los aliados será analizada en Bruselas el jueves y el viernes por los ministros de Defensa y la alta representante de la UE, Catherine Ashton.

El texto del proyecto de resolución para crear la zona de exclusión aérea está siendo preparado por Francia y Gran Bretaña, y, según una fuente de la ONU, podría ser sometido esta semana al Consejo.

El ministro de Exteriores británico, William Hague, insistió ayer en que el texto deberá tener «apoyo» local y regional, así como una «base legal clara». Hague aseguró en la Cámara baja británica que los rebeldes libios «ya han pedido explícitamente una zona de exclusión aérea».

La UE también prepara para esta semana nuevas sanciones financieras, en especial contra la Autoridad Libia de Inversiones (LIA), un fondo que gestiona los ingresos petroleros y posee participaciones en numerosas empresas europeas, como las británicas HSBC (la mayor entidad bancaria del Reino Unido) y Pearson (propietario del Financial Times), o las italianas Unicredit, la aeroespacial Finmeccanica, la eléctrica Eni y el equipo de fútbol Juventus, de Turín.

Armar a los rebeldes

En Estados Unidos, la presión aumentó para que Obama brinde ayuda militar a los insurgentes y neutralice la aviación de Gadafi, ya sea con una zona de exclusión aérea o destruyendo pistas. En ese sentido, Washington ha pedido a Arabia Saudí que preste ayuda militar a los rebeldes libios y evitar así involucrarse directamente en el conflicto, según publicó ayer el británico The Independent. Esta petición respondería a la presión de senadores y ex oficiales norteamericanos, que también reclaman una zona de exclusión aérea. Pero el secretario de Defensa, Robert Gates, advirtió de que eso supone una acción militar directa para eliminar las defensas aéreas de Libia.