Londres defiende la «chapuza» del envío de un equipo diplomático con agentes secretos

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

08 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El ministro de Exteriores británico, William Hague, se vio obligado a dar explicaciones ante los Comunes sobre la «chapucera» operación lanzada en Libia por una unidad compuesta por miembros del SAS y «diplomáticos armados», aunque según algunas fuentes se trataba de un equipo «diplomático» de militares y agentes secretos del MI6. Los ocho miembros de la unidad que llegaron al este de Libia en helicóptero fueron detenidos por miembros de las fuerzas rebeldes, retenidos durante dos días y puestos en libertad.

Hague no quiso ahondar en detalles «debido a que se trata de fuerzas especiales», pero indicó que «se aprobó el envío de un pequeño equipo diplomático de la manera pertinente», y agregó que «su objetivo era iniciar contactos con la oposición, pero experimentaron dificultades, un grave malentendido». Según Hague, cuando se aclaró la situación, los «diplomáticos» pudieron entrevistarse con el presidente del Consejo Nacional provisional, Mustafá Abdeljalil.

Se cree que la unidad estaba integrada por dos agentes del MI6, oficialmente miembros del Foreign Office, y seis militares del SAS. Según sus captores, llevaban equipo de espionaje, de reconocimiento, pasaportes de cuatro nacionalidades y armas, lo que les indujo a pensar que eran mercenarios de Gadafi.

Tampoco está claro si el primer ministro, David Cameron, estaba informado de la operación, o por qué se realizó con helicópteros cuando, tal como ha indicado el Foreign Office, Hague ya había hablado por teléfono con los líderes rebeldes y con su ex homólogo libio, Abdul Fatah Younis.