Congela los activos y niega los visados a 25 hombres del régimen
01 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Después de varias semanas de titubeos, la Unión Europea aprobó ayer sanciones económicas y militares contra el régimen de Gadafi que amplían las adoptadas el sábado por la ONU: embargo de armas, congelación de los activos de Gadafi y su entorno, y prohibición de visados. Los Veintisiete extienden el alcance del embargo de armas y municiones a los materiales antidisturbios, amplían a 25 las personas próximas a Gadafi a las que se aplicará la retirada de visado (en lugar de los 16 del Consejo de Seguridad de la ONU) y congelan los activos de otros 25 individuos (frente a los cinco que acordó el organismo mundial).
La UE agregó a la lista -en la que están los ocho hijos de Gadafi-, principalmente, a militares y responsables de los servicios de seguridad.
Las sanciones, adoptadas por unanimidad, entraron ayer en vigor, según confirmó a la prensa la presidencia húngara de turno de la UE al término del Consejo de Energía, en el que se tomó formalmente la decisión por unanimidad.
Entre las restricciones de la UE no se incluye la imposición de un área de exclusión aérea en Libia para impedir que los aviones militares libios bombardeen zonas civiles. Según la portavoz de la alta representante de la UE, Catherine Ashton, «es la ONU la que debe adoptar esa decisión».
Suministro energético
La UE consideró que el impacto de las revueltas no afectará a su suministro energético. La Comisión Europea aseguró que la mayor parte de los campos de petróleo de Libia ya no están en manos del régimen de Gadafi. «Parece ser que la explotación petrolífera y de gas va a reanudarse en breve», anunció el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger. Solo dos países comunitarios importan gas de Libia (España e Italia) y estas importaciones representan el 3% del total de la UE, mientras que en el caso del petróleo es del 9,2%.
La UE estudia convocar un Consejo Europeo extraordinario para la próxima semana para tratar la situación en Libia, una idea que propuso el domingo el francés Nicolas Sarkozy.