30.000 policías aplastan la mayor protesta de la década en Argelia

javier garcía ARGEL / EFE

INTERNACIONAL

La oposición dice que hay cientos de detenidos y decenas de heridos

13 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un impresionante despliegue policial impidió ayer por la fuerza que miles de personas se manifestaran en las calles de Argel en demanda de la democratización del régimen, en la que constituyó la mayor protesta vivida en la capital desde hace una década. Más de 3.000 ciudadanos, desafiando la prohibición del Gobierno, se concentraron en la plaza del Primero de Mayo una hora antes de que comenzara la protesta, pero los cerca de 30.000 policías que tomaron la ciudad no los dejaron recorrer las calles.

La marcha había sido convocada hace casi un mes, tras la caída de Ben Alí en Túnez, por la denominada Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), que agrupa a varias organizaciones de la sociedad civil y a algunos partidos de la oposición.

Cientos de policías uniformados y de civil se mezclaron entre los manifestantes y detuvieron a decenas de personas, entre ellas sindicalistas y representantes de la sociedad civil pertenecientes a la CNDC. Según las organizaciones convocantes, los detenidos ascendieron a más de 400, entre ellos, cerca de cincuenta mujeres y varios periodistas argelinos y extranjeros.

La concentración se extendió durante horas de forma pacífica hasta que, por la tarde, los agentes cargaron con porras y hubo violentos enfrentamientos que se saldaron con decenas de heridos. El extremo despliegue policial no impidió que los manifestantes (en su mayoría jóvenes, pero también trabajadores, abogados y profesores universitarios) lanzaran consignas contra el régimen.

«Estamos hartos de este poder», «Democracia auténtica y libertad», «Abajo el sistema podrido y corrupto» o «Buteflika, lárgate» eran algunos de los lemas coreados por los participantes, encajonados en una calle por varios cordones policiales. Esos cordones impidieron que más ciudadanos pudieran acceder a la protesta. Sin embargo, franquearon el paso a una veintena de adolescentes que, gritando consignas a favor de Buteflika, intentaron provocar incidentes violentos mezclándose entre los manifestantes.

El presidente de la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos dijo que «el poder utilizó la fuerza para no dejar a los argelinos manifestarse pacíficamente», y aseguró que se cortaron «todos los accesos a la capital», por lo que «mucha gente del interior», especialmente de la región de la Cabilia, no pudo llegar a Argel.