Musavi y Karrubi piden permiso para manifestarse en Irán

Nolo Mariño TEHERÁN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Pretenden mostrar su apoyo a las revueltas populares de Túnez y Egipto

09 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los ecos de las revueltas del mundo árabe sacuden Irán. Las dos principales figuras opositoras, Mir Huseín Musavi y Mehdi Karrubi, han acusado a los dirigentes de la República Islámica de ser unos «gamberros antirreligiosos», según un comunicado publicado en sus respectivas webs. Esta feroz crítica tiene lugar días después de que desafiaran al Gobierno de Ahmadineyad solicitando permiso para celebrar una manifestación de apoyo a los pueblos de Túnez y Egipto. El régimen quiere ver en las protestas árabes una reedición de la revolución islámica, que el viernes celebra su 32.º aniversario.

«Hoy en día, el sistema se ampara tras la idea de que, si no existiera, la religión desaparecería y a menudo hacen saltar las alarmas y pretenden alinear a los estamentos religiosos detrás de sí», defienden los líderes de la oposición. Pero «en realidad, lo que más daño ha hecho al ambiente religioso de la sociedad es el comportamiento opresivo del régimen», aseguran ambos reformistas en la declaración conjunta de sus webs, Kaleme.com y Sahamnews.org.

La petición para celebrar una marcha el lunes no deja de ser una maniobra que permita al llamado movimiento verde volver a las calles después de un año, pero el Gobierno, consciente de ello, aún no ha respondido. «Con el fin de mostrar apoyo a los movimientos populares de la región, en particular, los movimientos que buscan la libertad de los pueblos de Egipto y Túnez, solicitamos permiso para invitar a la gente a una manifestación», decía la carta que remitieron al Ministerio del Interior.

El régimen no escatimó esfuerzos para convencer al pueblo de que las revueltas son un reflejo de su revolución islámica. «Los acontecimientos tienen un significado especial para los iraníes», declaró el líder de la revolución, el ayatolá Alí Jamenei, durante su sermón del viernes. «Esto es el despertar islámico creado por la victoria de la gran revolución de la nación iraní», aseguró Jamenei, que llegó a decir que las universitarias tunecinas se cubrieron con el hiyab tan pronto como Ben Alí abandonó el país.

«Eso quieren que creamos todos, pero somos los primeros en darnos cuenta del engaño. Los tunecinos, los egipcios, los yemeníes? están reproduciendo nuestras protestas del 2009», asegura Mahdi, un ingeniero recién despedido de su trabajo en la empresa nacional de petróleo iraní y que espera poder manifestarse de nuevo.