Nuevas críticas de cargos liberales confirman la crisis en el Gobierno de coalición británico

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El líder laborista, Ed Miliband, no desaprovechó la oportunidad para decir que el Gobierno es una farsa.

23 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Partido Liberal Demócrata huele a descontento y a crisis. Al menos, esta es la impresión que ha dado la formación coaligada con los conservadores de David Cameron en el Gobierno británico. Ayer eran tres altos cargos lib dem del Ejecutivo los que criticaban en privado la política de Downing Street, críticas que fueron tachadas por el viceprimer ministro y líder del partido, Nick Clegg, como desafortunadas.

Para Clegg, puede que sean desafortunadas. Para los británicos, los comentarios de cargos como el secretario para Escocia, Michael Moore, suenan a profundo malestar en la coalición. Moore comentó a los que creía dos militantes -en realidad eran dos periodistas del Daily Telegraph- que el recorte de las ayudas a la infancia es «descarado e injusto»; Ed Davey, viceministro de Empresa, calificó los recortes sociales de «alucinante» y Steve Webb, el viceministro de Pensiones, dijo que había escrito una carta al ministro de Economía, el tory George Osborne, pidiendo que cambiara la propuesta, ya que «es injusta».

Guerra contra Murdoch

Estas críticas se añaden a las que hizo a los mismos periodistas encubiertos otro lib dem : el ministro de Empresa, Vince Cable. Este les dijo dos cosas: que estaba «en guerra» con el magnate Rupert Murdoch, que quiere comprar BSkyB -el mayor proveedor de televisión de pago- y que disponía de una arma poderosa con la que podía acabar con la coalición de Gobierno, su propia dimisión.

Clegg intentó por enésima vez en las últimas semanas calmar los nervios. «En una coalición existen diferencias de opinión», pero «estamos trabajando juntos». Pero Cameron reacción, retirando competencias a Cable. La supervisión de las empresas de comunicación pasan ahora a manos de Cultura. El ministro, según los analistas, conserva la cartera solo por el bien de la coalición.

El líder laborista, Ed Miliband, no desaprovechó la oportunidad para decir que el Gobierno es una farsa.